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La represión contra las hortaliceras por parte de la policía chilena continúa

Por Aljoscha Karg


El 4 de mayo se levantó la cuarentena causada por el Covid-19 en la ciudad chilena de Temuco - ubicada dentro del territorio ancestral de los Indígenas Mapuche. Lo que en realidad pretendía ser un alivio para los segmentos de la población que se ganan la vida a diario,  se convirtió en una represión violenta por parte de las fuerzas especiales de la policía chilena contra las hortaliceras. Las hortaliceras, son mujeres Mapuche que tradicionalmente venden frutas y verduras de cosecha propia en las calles de Temuco desde hace muchas generaciones. Como informa Rosa Martínez - presidenta de la agrupación de hortaliceras Folil Mapu - "trabajamos toda nuestra vida en el centro de Temuco, trabajando con nuestras madres y abuelos".

 

 

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Posted by Temuco Televisión on Wednesday, May 6, 2020


No es la primera vez que la policía chilena ha empleado la violencia en contra de las hortaliceras. Martínez cuenta: "esta represión se ha mantenido durante mucho tiempo y el alcalde de Temuco - Miguel Becker (del partido Chile Vamos de centroderecha) - pone la represión; las fuerzas especiales comienzan a maltratarnos y a golpearnos mientras botan las verduras a la basura". Ella continúa: "queremos preservar nuestra cultura: la cultura Mapuche. Somos pequeños agricultores, trabajando en los campos siguiendo nuestros conocimientos ancestrales".


Sin embargo, el nivel de violencia contra las hortaliceras ha aumentando. "Ahora que la violencia es más severa, las fuerzas especiales comienzan a atacarnos. Eso es también lo que pasó la semana pasada" cuenta Martínez. Mientras que el alcalde Becker cierra cualquier oportunidad de diálogo, algunas de las hortaliceras son paradójicamente acusadas de violencia contra la policía chilena. Al mismo tiempo, las hortaliceras no tienen los recursos económicos para pagar a un abogado ni para demandar a los policías que despliegan fuerzas de manera desproporcionada. Así, "tenemos que seguir resistiendo con nuestra resistencia" menciona Martínez sobre la grave situación. 


Esta resistencia es también una lucha por la supervivencia de la cultura ancestral Mapuche. "Lo que queremos es que nuestro trabajo no se pierda y que nuestra cultura persista, que nos demos cuenta de que necesitamos una fuerza laboral como las hortaliceras o pequeños agricultores que producen frutas y verduras frescas orgánicas, y que no se nos cierre la puerta para poder seguir trabajando" explica Martínez.


Después de preguntar sobre lo que se puede hacer para apoyar la causa de las hortaliceras Martínez aclara que lo que las hortaliceras piden es "apoyo, apoyo moral, apoyo en el sentido de realizar lo que estamos pidiendo, en el sentido de que no nos dejen solos en esta lucha y que sea una lucha mundial". Y agrega "que la gente entienda la situación en la que estamos, la problemática en la que estamos como mujeres Mapuche acá en el centro de Temuco en la región de la Araucanía".


Los actos represivos de la policía chilena contrastan con el hecho de que Chile es signatario tanto de la Declaración Universal de Derechos Humanos como de la Declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, especialmente porque estas últimas disposiciones afirman tanto los derechos de las personas Indígenas a proteger su cultura como su derecho a la autodeterminación.