Como parte de su proceso de autonomía, las comunidades zapatistas han desarrollado un amplio proyecto de comunicación con el cual tienen informado a todo su territorio en la zona montañosa y autónoma en el estado de Chiapas en México. Más de una decena de radios localizadas en diferentes partes del estado tienen como fin reivindicar su lucha y los derechos del Pueblo Maya que habita el territorio ancestralmente.
Las Radios Zapatistas, que nacen en el año 2009 y que forman parte de un proceso amplio de autonomía que comenzó hace más de 20 años, surgen para denunciar las injusticias sociales en sus comunidades por problemas causados o apoyados por el gobierno. Este grupo de radios también lucha por recuperar y promover las prácticas culturales en la región amenazadas por la creciente globalización, además de la defensa de la tierra y el territorio, así como la autonomía de las autoridades en los pueblos. Con cobertura a más de 1000 comunidades y rancherías, las radios continúan al aire luego de una década de trabajo.
Las radios tienen su propio sistema de gobierno que se conforma por un comité y representantes que toman decisiones de forma colectiva, siempre en coordinación con las juntas de buen gobierno que son los organismos de máxima representación en todo el territorio autónomo. Como medios de comunicación dedicados al servicio de la población, estas estaciones tuvieron -desde sus inicios- el objetivo de comunicar a los pueblos en sus idiomas nativos tzeltal, tsotsil, tojolabal y chol (además del español) no sólo para recuperar dichos idiomas sino para promover un sentido de identificación y orgullo en la gente con sus culturas. Para las radios, lo importante siempre ha sido ir más allá de transmitir y ser escuchadas, buscando crear medios de comunicación sostenibles que fortalezcan su proceso autonómico. Por ello, las radios comenzaron a capacitar a personas de las comunidades no sólo en locución, sino también en el manejo técnico de la radio, incluyendo el uso de computadoras y sistemas digitales, la fabricación de antenas y transmisores, así como en la edición radial.
Desde que comenzaron a operar, estas radios han invitado a participar por igual a hombres y mujeres de todas las edades, de modo que tanto adultos como jóvenes han pasado por las cabinas. Sin embargo, el aspecto técnico ha sido una cuestión difícil para muchas mujeres, lo que propició que algunas de ellas optaran en los primeros años por salir de las radios para integrarse a otros trabajos de la autonomía. Se comprendió entonces que las necesidades que ellas presentaban eran diferentes, por lo que, lejos de dejarlas fuera de los procesos radiales, se buscó brindarles mayor capacitación para que fueran independientes y capaces de atender y resolver algunos problemas técnicos que se les presentaran.No sólo la participación femenina ha sido un reto para las radios. También el acceso y renovación de equipos adecuados (transmisores, computadoras, etc.), indispensables para el buen funcionamiento de las radios, han sido desafíos recurrentes para la organización. Aunque las comunidades apoyan con los gastos de quienes trabajan en las radios, como la alimentación y transporte, constantemente surgen nuevas necesidades que también deben ser cubiertas, como la reubicación de las torres de transmisión para mejorar la cobertura de las radios, la renovación de equipos como mezcladoras y computadoras, la compostura o sustitución de equipos de transmisión estropeados y la adquisición de equipos de protección contra rayos.
Con el apoyo de Cultural Survival, varias radios han solventado parte de estas necesidades gracias a la subvención del Proyecto Subvenciones para Radios Comunitarias en México. Además de renovar algunos equipos, se les ha brindado capacitación en aspectos técnicos radiales, como la construcción y mantenimiento de transmisores, manejo de equipos de cabina, instalación de antenas y de sistemas de protección eléctrica. Todo esto con la idea de que las radios logren asumir el soporte técnico de manera cada vez más sostenible, sin depender de la adquisición de equipos comerciales caros y de la asistencia de técnicos especialistas externos que suelen elevar significativamente los costos operativos y materiales.
Como parte de las actividades realizadas con esta subvención, se ha capacitado también a nuevos integrantes de las radios mediante talleres de locución, edición y producción, impartidos por los integrantes de cada radio con mayor experiencia. Estos cursos, organizados según las necesidades particulares y la cantidad de nuevos integrantes con que cuenta cada radio, continuarán hasta final de este año. Aunque el proyecto originalmente estaba destinado a cubrir sólo tres radios de una de las zonas organizativas zapatistas, las comunidades decidieron beneficiar e incluir a todas sus radios distribuidas en todo su territorio de influencia.
A través de mensajes, canciones, radioteatros, poemas, las radios han informado y concientizado sobre el cuidado y defensa de la madre tierra, el respeto a las mujeres, la salud, los derechos de los niños y niñas, el valor de la cultura y sobre la verdadera historia de los pueblos originarios; tambièn promueven la prevención del alcoholismo, apoyan en la organización de los pueblos Indígenas y fortalecen el sistema de autogobierno de los pueblos. En la actualidad, las Radios Zapatistas son pioneras en la lucha y defensa de los derechos Indígenas, al punto que, debido a su originalidad y determinación, han ido ganando oyentes a los que anteriormente no les gustaba su contenido, pero que hoy los apoyan y prefieren ante otros medios de comunicación.
En los Acuerdos de San Andrés, referentes al reconocimiento de los derechos culturales de los pueblos indios de México y firmados entre los zapatistas y el gobierno en 1996, en el punto 245 se expresa que los Pueblos Indígenas tienen derecho a tener sus propios medios de producción radiofónica y audiovisual. Las bases principales de estos acuerdos fueron desconocidas posteriormente por el gobierno, por lo que los zapatistas decidieron ejercer sus derechos al margen de las políticas gubernamentales. Es así que, como parte de un posicionamiento político y en ejercicio de su autonomía, las radios zapatistas han optado por no acceder a una concesión radioeléctrica comunitaria ni indígena que desde 2013 es posible adquirir en México.
Mantener las radios ha sido difícil, sobre todo porque se abordan y denuncian temas que preocupan a los Pueblos Indígenas, pero que, a su vez, afectan intereses de empresas y del gobierno. Actualmente existe una gran preocupación por la puesta en marcha en todo el país de grandes proyectos de infraestructura y extractivistas, impulsados por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador y anunciados desde antes de que asumiera el poder. Estos proyectos implicarán la invasión y el despojo de territorios donde habitan muchos pueblos indígenas, amenazando con ello sus culturas, sus vidas y sus recursos naturales. Entre muchos otros proyectos, destacan tres por la magnitud de las obras y los perjuicios que provocarán a los pueblos y al medio ambiente: el llamado Tren Maya, cuya construcción y operación producirá graves afectaciones a las selvas y bosques tropicales de todo el sureste mexicano donde existen especies de flora y fauna únicas en el mundo, así como una pérdida gradual de las culturas Indígenas de la zona; el Proyecto Integral Morelos que afecta ya a pueblos indígenas de varios estados en el centro del país; y el Corredor Comercial y Ferroviario del Istmo de Tehuantepec, con el que se pretende conectar el Pacífico con el Atlántico, afectado comunidades de Oaxaca y Veracruz.
Otra de las preocupaciones es el incumplimiento por parte del gobierno mexicano de los derechos a la consulta previa, libre, informada, de buena fe y culturalmente adecuada de los pueblos indígenas respecto a estas iniciativas. Esta situación ha provocado el rechazo de muchos pueblos y organizaciones indígenas, cuyas demandas han sido respondidas con represión, amenazas y asesinatos. Entre muchos otros, sobresale el caso de Samir Flores Soberanes, defensor ambiental y comunicador comunitario del Pueblo Náhuatl, abierto opositor al Proyecto Integral Morelos, asesinado a balazos en las puertas de su casa en febrero de 2019.
En Chiapas, ante la concentración de fuerzas policiaco-militares que cercaron caminos y comunidades para impedir el paso de migrantes centroamericanos, así como la inminente imposición del Tren Maya y de otros proyectos extractivistas en la región, las comunidades zapatistas han llevado a cabo un arduo proceso reorganizativo, tanto operativo como estructural, que implicó un gran número de asambleas internas de reflexión y búsqueda. Como resultado de ello, las comunidades anunciaron recientemente el rompimiento del cerco y la creación de 11 nuevos centros políticos, organizativos y autónomos en el territorio chiapaneco, que incluyen nuevos municipios autónomos, nuevos caracoles (sedes de las Juntas de Buen Gobierno) y nuevos Centros de Resistencia Autónoma y Rebeldía Zapatista. Así, las comunidades zapatistas cuentan ahora con un total de 43 centros autónomos.