Del 16 al 20 de marzo de 2017, 16 periodistas comunitarios indígenas de 19 a 54 años de Guatemala, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Costa Rica y Panamá se reunieron en la Ciudad de Guatemala para fortalecer sus capacidades de realización de radio e intercambiar experiencias, todo ello dentro de un marco de análisis crítico sobre la discriminación del que son objeto las mujeres. "Este taller me enseñó que como mujeres, no deberíamos ponernos límites. Como seres humanos no tenemos límites, y no hay diferencias entre hombres y mujeres aparte de los genitales. Si sufrimos discriminación es porque se crea controversia en las mentalidades, debido a la hegemonía y el patriarcado. Por lo tanto, como mujeres, incluso si nos dicen que no podemos hacer algo, si luchamos lograremos grandes cosas. Estoy segura de aceptar los desafíos porque cada desafío es una oportunidad para contribuir a la construcción de un mundo más justo para hombres y mujeres. Mi reto, como periodista comunitaria en este momento, es llevar este mensaje a mi comunidad a través de la radio", dijo Bessi Ramírez, (Nahuat Pipil) periodista de Radio Sensunat, Sonsonate, El Salvador.
Participantes de toda América Central se fueron uniendo en el Centro de Capacitación de la Asociación Política de Mujeres Indígenas en la Ciudad de Guatemala, durante toda la jornada del día anterior al inicio del taller. Para muchas fue la primera vez que dejaron sus comunidades, y para la mayoría fue la primera vez que dejaron sus países. Fue una experiencia emocionante y peligrosa, ya que suponía un riesgo considerable para muchas de los participantes. Debido a cuestiones de seguridad en algunos de los viajes desde sus países de origen, se organizó acompañamiento masculino para alguno de los tramos del viaje que hicieron las mujeres. Una mujer incluso tuvo que cancelar su participación en el último momento porque su colega masculino ya no pudo viajar con ella.
En primer lugar se realizó la actividad de bienvenida, que se llevó a cabo a última hora de la tarde, para dar tiempo a las últimas en llegar. En lugar de usar palabras para realizar las presentaciones, la actividad consistió en un baile de todas las mujeres, donde hubo abrazos, miradas, risas, gritos y en general, se pudo disfrutar de un maravilloso momento. La energía en la habitación fue vibrante, y muchas estaban con los ojos llorosos ante la fuerza de esta primera experiencia. Abandonando las introducciones formales de sus nombres y naciones de origen, fue una bocanada de aire fresco esta primera presentación del alma con el espíritu de las amigas y compañeras que iban a ser pronto.
A la mañana siguiente en el desayuno, ya había una sensación conmovedora de hermandad en el aire. Las primeras actividades del día, reflejaron las de la noche anterior en la capacidad de las mujeres para saltarse las formalidades y zambullirse directamente en compartir las profundas sensibilidades humanas. El ejercicio de Movimiento de Poder pedía a las participantes a permanecer en silencio en un extremo de la sala mientras se narraban acontecimientos, y caminar hacia el otro lado de la sala si el acontecimiento había ocurrido, o de lo contrario permanecer en su lugar. De forma conjunta hicieron frente a diferentes situaciones de privilegio, discriminación, marginación y dolor, las mujeres se miraban a los ojos, observando quiénes compartían sus experiencias de opresión y quiénes no. En algunos casos ("¿alguna vez tuvo miedo de caminar solo por temor a ser violada o asaltada?"), la mayoría de las mujeres se encontraron juntas. En otros casos se encontraron con ("tuviste que dejar la escuela para ayudar a tu familia a ganarse la vida?"), la sala se dividió casi en partes iguales y las participantes se vieron obligadas a observar sus distintas experiencias de pérdida o privilegio en las miradas. En ocasiones, las mujeres se encontraron solas, ya sea en su privilegio o su marginación.
Habiendo confrontado sus experiencias en común y las diferentes relaciones de poder patriarcal, las participantes del taller estuvieron preparadas para emprender un viaje de aprendizaje crítico sobre la dinámica de género, el feminismo intercultural, el patriarcado y la producción de radio. Para la mayoría de las mujeres fue su primera introducción en conceptos relacionados con la dinámica de género y el feminismo intercultural. Así, un día completo del taller, de los tres días, se dedicó a discutir y reflexionar sobre nuevos conceptos e ideas, como el feminismo, la misoginia, el machismo, el patriarcado, etc., y relacionarlos con la vida de las mujeres. Lauriz Díaz, radiodifusora comunitaria Guna, de Guna Yala, Panamá, reflexionó: "No sabía antes de esto, qué significaban las palabras 'misoginia', 'hermandad' o 'feminismo'. Yo mencioné que quería dar clases a las mujeres de mi comunidad a través de la radio, porque la mayoría de ellas son analfabetas. Ahora sé qué enseñarles, gracias a los nuevos conceptos que aprendí”.
El segundo día, los conocimientos recién adquiridos por las mujeres se integraron en los ejercicios periodísticos y en la producción de radio, y al tercer día, produjeron y editaron notas promoviendo la igualdad y la participación activa de las mujeres dentro de los sistemas patriarcales. Las participantes trabajaron en tres grupos, cada uno acompañado por un productor, produciendo un total de 18 piezas de radio para ser transmitido no sólo en sus emisoras de radio sino en todas las estaciones de radio de habla hispana en la extensa red de Cultural Survival. Ramírez comentó: "en mi [estación de radio comunitaria] hacemos producciones que denigran a las mujeres sin ni siquiera darnos cuenta. No de forma directa, pero si con los dobles significados y de manera invisible. Si estamos tratando de respetar a las mujeres en la radio, no podemos continuar con producciones como estas. Voy a llevar conmigo el compromiso de hablar con mi equipo para arreglar esto”.
Este proceso de capacitación profesional, desarrollado por Cultural Survival con el apoyo de la Fundación Channel, tuvo como objetivo fortalecer la visibilidad y capacidad de liderazgo de las mujeres periodistas para el desarrollo de sus propios espacios radiofónicos y la promoción de acciones a favor de la equidad de género y la no violencia. "Reconocemos que cada mujer es como un mundo, con diferentes experiencias y aprendizajes. Como equipo facilitador, tuvimos que considerarlo para el éxito del proceso, y llevarlo a cabo en tres días y no cinco como esperábamos, porque tuvimos que adaptarlo a las agendas apretadas de cada mujer y sus diferentes roles. Es importante reconocer el esfuerzo de cada participante para estar en un proceso como este. Muchas de ellas, para llegar a Guatemala, tuvieron que viajar cuatro días entre su llegada y su regreso, dejando a los niños y las responsabilidades en casa ", dijo Teresita Orozco, asociada del Programa de Cultural Survival.
A medida que el taller llegó a su fin, las mujeres se unieron a sus grupos de evaluación para hablar sobre lo que habían aprendido y lo que esperaban aprender en el futuro. En general, el taller superó las expectativas de las participantes en aspectos que ellas demandaban, especialmente en los ámbitos técnico y profesional. Respondiendo a estas solicitudes, se llevarán a cabo talleres de seguimiento en Guatemala y Nicaragua en septiembre de este año. Basándose en las habilidades teóricas y prácticas que se trabajaron en el primer taller, el segundo se centrará en la mejora de la locución, la escritura de guiones con lenguaje inclusivo y el dominio del audio para mejorar la calidad de sus programas de radio. El nivel introductorio de conocimiento de las mujeres sobre temas género, feminismo intercultural y estructuras sociales de desigualdad, se verá reforzado con discusiones más críticas e interactivas sobre los conceptos iniciales. En el futuro, el objetivo es ofrecer talleres de edición más complejos, para las mujeres que deseen convertirse en radiodifusoras más experimentadas.
El sentimiento que fluye de esta iniciativa se puede condensar en una declaración de Suzanne Benally, directora ejecutiva de Cultural Survival: "Los derechos de las mujeres indígenas son cruciales para nuestros derechos colectivos, ya que están en primera línea como madres, hermanas, tías, abuelas -como mujeres líderes preocupadas por la sobrevivencia de nuestro planeta, el futuro de las próximas generaciones, nuestros hijos y los que todavía caminan por la tierra. En Cultural Survival creemos que, para que los derechos indígenas sean respetados, protegidos y cumplidos, las mujeres deben estar involucradas en todos los niveles”.