En los días anteriores a la llegada a las costas del Caribe por Cristóbal Colón en 1492, el Mar Caribe era referido como Atabeira (Ah-tah-bay-rah) por los Pueblos Indígenas Taínos. El término se usa para describir una poderosa y generosa Madre Tierra, que, para los isleños indígenas, se manifiesta en más que solo tierras; ella es la dadora de vida de aguas del abundante mar. Esto fue, y continúa siendo para algunos una relación espiritual armoniosa que une a los pueblos que toman en cuenta la vida que hay arriba y debajo de las aguas. Después del viaje de Colón, sin embargo, esta sagrada relación fue brutalmente interrumpida y posteriormente reemplazada durante siglos por la aceptación de la corriente patriarcal principal del dominio sobre el mundo natural. En el Caribe, la mercantilización del medio ambiente, así como la esclavitud y semi-esclavitud de los pueblos de color a través de instituciones, comenzó con Colón. La promoción intergeneracional de la cosmovisión explotadora e insostenible continúa negativamente afectando toda la vida, por encima y por debajo de las aguas, incluso hoy en día. De hecho, esta dura realidad también puede afectar a las generaciones futuras en el Caribe, como el hecho de que el posible colapso de los ecosistemas oceánicos tendrá consecuencias nefastas y duraderas.
Las islas del Caribe son las antiguas tierras de los Taínos y otros Pueblos Indígenas como el Kalinago, Garifuna y Lokono, así como otros pueblos arawakos. Estas islas comprenden un archipiélago masivo con forma de media luna al sureste de la cuenca hidrográfica interconectada por el Golfo de México y el continente de América del Norte. La cadena de la isla caribeña está al este de América Central, al norte de Sudamérica, y al oeste del Océano Atlántico. El archipiélago está dividido en dos regiones principales, incluyendo las Antillas Mayores y Menores. Este último se subdivide en las Islas de Sotavento, las Islas Barlovento y las Islas ABC.
La isla de las Bermudas y el archipiélago de Lucayan, que incluye las Bahamas y las Islas Turcas y Caicos, son a menudo consideradas como una parte de la región. Sin embargo, estas islas no bordean el Mar Caribe. En el sentido más estricto, la frase "países del Caribe" se referiría solo a los Estados soberanos insulares y territorios dependientes insulares, pero el término tiene usos variados hoy en día. En su aplicación más amplia, la frase incluye países de América Central y del Sur que bordean el mar Caribe. La región del Caribe se extiende más de un millón de millas cuadradas, la mayoría de las cuales son parte del océano.
Colón llamó a las islas del Caribe el lugar más cercano al paraíso en la tierra. Estas islas admiten una impresionante y frágil biodiversidad en diversos ecosistemas marinos y terrestres, incluyendo altas proporciones de plantas endémicas y especies de animales. Las temperaturas promedio en esta tropical región marítima, en términos históricos, no varían mucho durante todo el año. Las temperaturas normalmente fluctúan entre 75-85 grados Fahrenheit independientemente de la temporada. La región también es normalmente bendecida con vientos alisios favorables, que en su mayor parte hacen que los días y las noches sean relativamente cómodas, incluso con alta humedad durante todo el año. La temporada lluviosa llega en los meses de otoño, mientras la temporada de huracanes generalmente se extiende desde junio a noviembre.
A medida que el colonialismo avanzó a través de la región desde el período de conquista y el desarrollo urbano de principios del siglo XV aumentó, el turismo también creció, mientras que la agricultura disminuyó de manera relevante. A pesar de los períodos de lluvia y tormentas, el turismo sigue siendo una industria fundamental para la economía regional del Caribe. Dada la importancia del turismo, cuando las discusiones sobre el clima del Caribe cambian al cambio climático, los funcionarios de gobierno, líderes empresariales y miembros locales de las comunidades y Pueblos Indígenas continúan expresando gran preocupación.
El cambio climático está presentando otros desafíos importantes que afectan la relación entre los que están tanto en la tierra como en el mar. Un estudio reciente sobre pequeños estados insulares en desarrollo del Banco Interamericano de Desarrollo, por ejemplo, estima que uno de cada cinco residentes de las islas del Caribe y el Pacífico vive en zonas costeras de baja elevación, que se definen como áreas con elevaciones de menos de 10 metros sobre el nivel del mar. El estudio del 2017, titulado "Una agenda urbana Azul: Adaptación al Cambio Climático en las Ciudades Costeras de Pequeños Estados Insulares en Desarrollo del Caribe y el Pacífico", también identifica la erosión costera como motivo de preocupación, ya que se espera que esta condición, junto a las inundaciones de la costa, siga teniendo un impacto negativo en la producción y el empleo, lo que a su vez podría agravar la inflación y el aumento de la deuda nacional en la región.
Una de las mayores amenazas que plantea el cambio climático en el Caribe es la mayor intensidad de las tormentas tropicales y huracanes. Aunque el cambio climático no está causando las tormentas, los estudios científicos afirman que el aumento de las temperaturas en los océanos y la atmósfera no sólo están ayudando a hacer las tormentas más fuertes, sino también están intensificando estas tormentas a mayor velocidad. Las consecuencias de los huracanes Irma y María proporcionan los más recientes y claros ejemplos de los efectos devastadores de estas destructivas fuerzas en la región. Estas tormentas proporcionan además la oportunidad para revisar el grado de preparación que tienen los gobiernos para estos eventos extremos relacionados con el clima, y quienes, dentro estas poblaciones insulares, son las más afectadas de manera negativa.
Desafortunadamente, cuando se trata de impactos climáticos, la evidencia es clara. Los miembros más pobres de la población son los más expuestos y menos protegidos contra los riesgos climáticos. Si bien las poblaciones contemporáneas del Caribe insular pueden considerarse, en cierto sentido, con herencias étnicamente heterogéneas de parte de las sociedades coloniales impuestas, los pueblos indígenas son minorías verificables en todos los países dependientes e independientes de la región. Muchos Pueblos Indígenas del Caribe caen dentro de la categoría de económicamente empobrecidos. Considerando que los medios de vida varían de un país a otro, una cantidad de descendientes indígenas todavía se dedican a la agricultura y a la pesca, como lo hicieron sus antepasados. Los efectos del cambio climático en la tierra y en el mar afectan directa e indirectamente a estas comunidades y a otras más. En el territorio Indígena de Kalinago en la isla de Dominica, por ejemplo, los primeros informes indican que la mayoría de las casas en el terreno de la reserva se perdieron a raíz del huracán María. Más de un mes después de que esta misma tormenta azotara a Borikén (Puerto Rico), las comunidades locales, incluyendo a los miembros de la comunidad Taína en las áreas interiores de la isla, habían recibido poca o ninguna asistencia de socorro por parte de los sectores del gobierno.
Más allá de los efectos de los huracanes, la disminución de las lluvias y las sequías posteriores son otras preocupaciones relacionadas con el clima en el Caribe. Estas condiciones afectan la agricultura, aumentan los precios de los alimentos, aumentan la probabilidad de incendios forestales y disminuyen el almacenamiento y los flujos de agua. El aumento de las temperaturas en el mar también está exacerbando la degradación de los sistemas de arrecifes de coral en todo el Caribe. Un informe reciente de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza señaló que el colapso de las poblaciones de coral y la sobrepesca están empujando a muchos peces, incluyendo a las fuentes de alimentos como el atún, el pargo rojo y el mero, hacia la extinción. Cuando los impactos de las políticas deficientes y el desarrollo insostenible como la contaminación y la acidificación de los océanos causada por los seres humanos se agregan al escenario, la imagen del idílico paraíso caribeño encontrado por Colón rápidamente comienza a desmoronarse.
Los pueblos indígenas de la región del Caribe han dado la voz de alarma sobre el clima y las amenazas al ecosistema oceánico. En el 2009, una diversa delegación indígena caribeña se unió a otros pueblos indígenas de todo el mundo en Anchorage, Alaska, haciendo un llamamiento a los Estados para que trabajen reduciendo la dependencia de los combustibles fósiles y que se encaminen a una transición a economías justas, hacia fuentes y sistemas descentralizados de energía renovable que estén bajo la propiedad y el control de las comunidades locales para lograr la seguridad y la soberanía energética. Sin embargo, cuando se ve la respuesta general del gobierno a los recientes huracanes, parece que el llamado a abordar de raíz las causas de las crisis climáticas globales, continúan siendo pasadas por alto en deferencia a las estrategias de adaptación y mitigación. Los gobiernos del Caribe insular están comprometidos con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas y su tema principal de "no dejar a nadie atrás". Los océanos y el cambio climático se abordan en los objetivos globales, y muchos desafíos actuales pueden abordarse con una fuerte voluntad política que involucre la participación significativa de todos los interesados, incluyendo a los Pueblos Indígenas en los procesos de planificación y políticas a nivel nacional. Una vez más, es hora de hacer las paces con Atabeira, abordar las desigualdades actuales y reconocer que la filosofía de dominio sobre la naturaleza del viejo mundo ha fallado. Las vidas de nuestro presente y las generaciones futuras dependen de eso.
Roberto Múkaro Borrero (Taíno) es un coordinador de programas y comunicaciones para el Consejo Internacional de Tratados Indios; presidente de la Confederación Unida de Taínos; y co-convocante del Grupo Principal de Pueblos Indígenas sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
Para más información sobre cómo los Pueblos Indígenas se están involucrando en el Proceso de Cambio Climático de la ONU, visiten www.iipfcc.org. Para aprender más sobre los Pueblos Indígenas y el desarrollo sostenible de los Objetivos de la ONU, visite https://indigenouspeoples-sdg.org o http://bit.ly/IITC_SDG.