“Para hacer minga tiene que haber maíz y madre tierra, pero la madre tierra debe estar sana.”--Carmen Lozano (Kichwa)
La 4ta Conferencia Internacional de los Pueblos Indígenas del Maíz: "Por nuestros derechos ancestrales, protegemos y garantizamos nuestra Soberanía Alimentaria y la de nuestras generaciones futuras”, se realizó del 7 al 8 de marzo de 2019 en la comunidad de Vicente Guerrero, Tlaxcala, México. Durante dos días, alrededor de 75 participantes de diversos pueblos Indígenas de distintos países compartieron sus experiencias, problemáticas y soluciones en relación al cultivo del maíz.
El Proyecto de Desarrollo Rural Integral Vicente Guerrero fungió como anfitrión de la conferencia; los patrocinadores fueron el Consejo Internacional de Tratados Indios (CITI) y la Asamblea de los Pueblos Indígenas por la Soberanía Alimentaria en México (APISA). Cultural Survival fungió como co-patrocinador junto a la Alianza de Soberanía Alimentaria Indígena Norteamericana (NAFSA), Alianza Milpa y la Alianza de Pueblos Indígenas sobre Soberanía Alimentaria, Conocimiento Tradicional y Cambio Climático.
El maíz y las comunidades Indígenas tenemos una relación dependiente mutua, hemos evolucionado conjuntamente y ha sido el alimento principal que ha sostenido a nuestras culturas. Por esta razón, lo consideramos una planta sagrada que contiene gran conocimiento e historia que no pueden ser mercantilizada. El maíz crece en las diversas condiciones y latitudes de origen de los participantes, ya sea en las zonas áridas, lluviosas, montañosas, en poco y mucha altura.
Los pueblos Indígenas estamos sufriendo grandes amenazas, nuestros territorios están siendo amenazados por megaproyectos y las políticas que los benefician. El cambio climático afecta nuestros sistemas alimentarios, produciendo vulnerabilidad y abandono del campo. El maíz transgénico y las leyes que propician su cultivo -desprotegiendo el conocimiento indígena sobre el maíz- es una de las principales amenazas a las que nos enfrentamos. El despojo de tierra y agua de las comunidades para abastecer megaproyectos extractivos como la minería, petroleo y proyectos de transporte, ponen en riesgo a las comunidades.A pesar de los diversos problemas que las comunidades enfrentan, se están llevando a cabo distintas estrategias a nivel local e internacional para enfrentarlos. A nivel local, las comunidades mantienen su conocimiento tradicional y sus formas de producción; están recuperando conocimientos perdidos y aplicando nuevas estrategias productivas para abonar la tierra y utilizar plaguicidas naturales, o realizando ferias de intercambio de semillas. El trabajo diario en el campo es el más árduo, para conservar el maíz hay que sembrarlo, comerlo y vivirlo; ése es el trabajo que las comunidades Indígenas y campesinas llevana cabo todos los días a pesar de los precios bajos y las pérdidas de cosechas por factores climáticos. Para reforzar todo el trabajo comunitario, a nivel internacional las organizaciones e individuos están trabajando por generar políticas internacionales de protección al maíz, a los derechos Indígenas y a los territorios. El trabajo conjunto ha sido mucho y conferencias como la realizada en Tlaxcala, abonan los esfuerzos por la defensa del maíz.
Durante la conferencia, la participación de los jóvenes fue de gran importancia, dejando claro que hay un grupo importante de ellos que están participando activamente en sus comunidades, utilizando los nuevos conocimientos obtenidos a partir de la educación escolar y reconectándose con el conocimiento tradicional de sus comunidades en busca de soluciones a los problemas que les afectan. Contrario a lo que los adultos puedan pensar, los jóvenes tienen interés de participar más activamente, y como ellos mismos lo plantearon: los jóvenes no se están yendo de sus comunidades, los están sacando por distintas causas. Los jóvenes son el futuro pero pero necesitan que los mayores les enseñen cómo actuar.
La conferencia de los pueblos del maíz, fue un espacio en donde comunidades del norte y sur del continente, que hablan diferentes lenguas y formas de vida pudieron compartir para unirse mediante este encuentro. Las comunidad reunidas en el evento regresaremos a nuestras comunidades a compartir lo aprendido y con la firme decisión de seguir luchando por conservar nuestro maíz.