Innumerables Pueblos Indígenas han sido divididos por fronteras estatales impuestas, sus comunidades y parientes separados por líneas artificiales, sus patrones migratorios, rituales sagrados, modos de pesca y caza alterados. Innumerables comunidades indígenas han sufrido desplazamientos forzados debido a los esfuerzos de conservación, las operaciones de la industria extractiva, los conflictos políticos y los impactos del cambio climático. Todos los días escuchamos sobre migrantes indígenas que se ven obligados a dejar su hogar en busca de trabajo porque ya no les es viable ganarse la vida localmente. Huyen de la violencia; huyen porque ya no pueden mantener a sus familias, porque sus recursos están agotados o contaminados por la agroindustria a gran escala. Para abordar los problemas de la migración y la inmigración, debemos revertir los impactos de la colonización, décadas de políticas neoliberales y las operaciones actuales de las industrias extractivas, las empresas agrícolas y los monocultivos que han empobrecido a las comunidades indígenas. Debemos respetar, proteger y cumplir los derechos indígenas, alentando la descolonización y el apoyo de las comunidades de origen con oportunidades económicas sostenibles para que la gente no tenga que irse. Las siguientes son algunas voces indígenas sobre estos temas. Te invitamos a escuchar. Para escuchar las entrevistas completas, visite: cs.org/rights.
Gakemotho Tikhwebe Satau (Buka Khwe from Botswana)
FUIMOS DESALOJADOS OBLIGATORIAMENTE
Gakemotho Tikhwebe Satau (Buka Khwe de Botswana)
Soy miembro de una organización San llamada “Iniciativa Cultural de Desarrollo ToCadi Trans Okavango”, así como también de la junta San llamada “Concejo de Khwedam”. También son miembro del Comité Coordinador de Pueblos Indígenas de África; soy el presidente regional y el vicepresidente de la región sudafricana. El Okavango en Botswana forma parte del paisaje más amplio clasificado como Khazar, y el Delta del Okavango es un hogar tradicional e histórico de los bosquimanos Khwe Basarwa.
Las recientes conversaciones sobre reclamos de tierras giran alrededor de la Reserva Sainte Marie Midgame, que se encuentra en el corazón del Delta del Okavango. Dentro de la reserva existe una isla conocida como la Isla del Jefe. Las autoridades tribales locales de Tawana solicitaron hace tres años a la junta de tierras de Tawana, quienes son las autoridades locales de la tierra. Nuestro argumento es que la tierra en cuestión le pertenece tradicionalmente a los San. Estos son los hablantes de Xani Khwe y BukaKhwe, que fueron desalojados por la fuerza para establecer la reserva de caza y desde entonces se les ha negado el acceso a la tierra. Buka Khwe pertenece lingüísticamente a los idiomas centrales San de Khwe en Botswana.
Hemos escuchado que la junta de tierras de Tawana está acelerando su proceso para la posible asignación de la tierra en cuestión al jefe de la tribu. Algunas organizaciones San, incluidas ToCadi, la junta Khwedem y otras, facilitaron la presentación de una objeción a la junta de tierras de Tawana; algunos de nuestros miembros que presentaron las solicitudes los aplazaron o rechazaron, pero el asunto aún está en curso.
La tierra en cuestión tiene historia de mi gente y sus interacciones están en ella. Los San, como muchos otros Pueblos Indígenas, tienen una historia oral, no escrita. Esta es la tierra donde los grupos étnicos Tswana o Bantú vinieron a buscarnos. Nuestros antepasados solían realizar caza mayor en estas tierras. Somos administrados sobre la base de ese grupo dominante de Tswana, que es completamente ajeno a nuestra forma de hacer las cosas, nuestras maneras de razonar. Esto ha aumentado nuestra marginación durante décadas.
Se habló de hacer una reserva de caza aquí en Botswana, Delta del Okavango, que más tarde se convirtió en la Reserva de Caza Moremi. Todos se pusieron del lado de la influencia dominante de los jefes Tswana. Los san no fueron parte de ese desarrollo. Se tomaron decisiones y fuimos desalojados. Algunos fueron asesinados en el proceso.
Los modernos sistemas de gobierno nos han obligado a adaptarnos a sus costumbres y renunciar a nuestras propias costumbres. Etiquetaron nuestras costumbres como no civilizados y dijeron que vivíamos como criaturas de la Edad de Piedra y que teníamos que cambiar mientras ellos se llevaban nuestra tierra y nuestros animales. Sus formas de vida continuamente nos fueron impuestas, y perdimos nuestra tierra y nuestra identidad. Nuestras tierras principales se convirtieron en áreas protegidas, reservas de caza, parques nacionales, reservas forestales. Nuestra tierra se convirtió en la tierra del Estado. No poseemos ninguna tipo de tierra, perdimos nuestra economía, nuestras culturas y formas de expresión, y eso ha matado nuestras esperanzas.
Ahora hacemos un llamado para corregir esta brutalidad histórica. Necesitamos recursos de apoyo: monetario, voluntarios jurídicos para litigios sobre cuestiones de identidad, derechos a la tierra, amenazas económicas y libertad económica. Queremos que nuestros gobiernos, organizaciones privadas, la Comunidad de Desarrollo del África Meridional y organizaciones internacionales nos ayuden a responsabilizar al Estado por la negligencia contra los San. Es hipócrita de parte de Botswana que sea miembro de las Naciones Unidas y esté sujeto a los principios de derechos humanos mientras que en el terreno son culpables de privar a los san de su identidad, su idioma, sus tierras y su economía.
Estamos esperando que la junta de tierra responda. Si no responden favorablemente, vamos a llevar el asunto al tribunal de tierras. Si no estamos satisfechos, iremos a los tribunales superiores. Vamos a pedir a la Comisión Africana que se involucre más en esto para asegurar que se escuchen las voces de los San. Los San deberían ser considerados como accionistas en este proceso. Necesitamos apoyo para ayudarnos a lograr un diálogo significativo en los temas de la tierra, la adquisición de los derechos sobre la tierra, nuestra identidad y representación en los órganos de toma de decisiones.
Foto por Gakemotho Tikhwebe Satau.