Artista, comerciante, aventurera...así se define Cat Monzón. Desde el 2019, forma parte de la familia de Cultural Survival como asistente ejecutiva. Ha incursionado en la fotografía, el cine, la música y también en las ventas. Recientemente, comenzó a explorar también las artes corporales como la actuación, la danza y el performance. Le gustan las formas de expresión que le permiten dar a conocer sus emociones, visiones e ideas.
Cat nació en una comunidad en Totonicapán, donde las mujeres visten aún su indumentaria pero no hablan su idioma y practican creencias cristianas. Ella recuerda que en su pueblo le prohibieron a su madre enseñarle el idioma K’iche’, aunque tiene recuerdos de su etapa en la primera infancia cuando aún se le hablaba en este idioma. Cuando creció, estudió en un colegio bilingüe internacional en Guatemala porque sus padres querían darle la mejor educación posible; sin embargo, en la opinión de Cat, y con el paso de los años, ella se dio cuenta de que este establecimiento era altamente racista, clasista y violento, con ese tipo de violencia psicológica silenciosa que algunos misioneros estadounidenses se ingenian.
Cat vive ahora en la cuenca de Atitlán, en el departamento de Sololá, donde el clima, la fauna y la cultura se unen de forma impresionante, pero también donde hay mucha pobreza, y violencia contra el Pueblo Maya. Hay despojo, neo-colonización y gentrificación. Hay resistencia, corrupción y asimilación. Para ella, la violencia con la que adoctrinaron a las abuelas y abuelos es una de las causas por la que las personas Mayas viven de forma occidental y practican las religiones cristianas -ahora- de manera voluntaria.
El estar orgullosa de pertenecer a un Pueblo Indígena la llevó a unirse a Cultural Survival, motivada por trabajar para los pueblos originarios en todo el mundo junto a un equipo en su mayoría Indígena. Su trabajo le da mucha satisfacción y considera que aunque hay herramientas y organizaciones con las que Cultural Survival trabaja y que son de origen occidental o del pueblo blanco (como la ONU o el UNDRIP) es necesario conocerlas y usarlas para defender a los pueblos y comunidades. No obstante, piensa que estas herramientas no validan o dan vida a los derechos y formas de gobernanza de los Pueblos Indígenas; solamente los nombran y respaldan, ya que los pueblos originarios siempre tendrán la autodeterminación y autonomía de sus vidas y territorios.
Una de las preocupaciones de Cat sobre el futuro de los Pueblos Indígenas, es el rol que la tecnología está jugando en sus territorios, pues considera que los avances tecnológicos están causando miseria, pobreza y despojo para quienes no tienen poder, por lo que no pueden beneficiarse de ella. Así mismo, siente que hay muchos jóvenes Indígenas urbanos que no están atendiendo lo que los Pueblos Indígenas rurales necesitan, incluso reconoce que ella necesita dar más pasos, pues sólo habla a medias su idioma materno e intercala su indumentaria maya con ropa occidental o de otras culturas del mundo.
A pesar del reconocimiento de esta occidentalización, Cat siempre ha tenido claro que es Indígena Maya. "A diferencia de otras personas mestizas, considero que no tengo problemas de identidad cultural, porque mis padres siempre valoraron mi cultura y orígenes. Quiero transmitir ese sentido de identidad a las futuras generaciones. También quiero heredarles el valor de compartir y ser solidarios entre la comunidad, saber que el pueblo Maya se tiene los unos a las otras como una gran familia", agrega.
Como artista musical, la inspiración de Monzón proviene de muchas fuentes. “Mi música a veces se inspira en estados emocionales. Escribo cuando me siento agradecida o enojada. Mi música aborda tanto cuestiones filosóficas y místicas como también cuestiones más políticas”, dice, y menciona sus influencias, artistas de rap y hip hop guatemaltecos como Bacteria Soundsystem Crew, Las Musas, Gabriela Bolten y Rebeca Lane. También está influenciada por raperos cubanos como Danay Suárez, Los Aldeanos, Randy Acosta y Los Orishas, así como raperos de España, como Violadores del Verso, Rapsusklei y Morodo.
Fuera del mundo de la música, la madre de Monzón ha sido una de sus mayores inspiraciones y es su ejemplo ideal de mujer independiente: muy fuerte y arraigada y orgullosa de su identidad Maya. Asimismo, Thelma Cabrera, una campesina indígena que se postuló para la presidencia de Guatemala en 2019, la inspiró a escribir una canción, “Piel de Reina”, sobre la lucha de muchas mujeres indígenas líderes y mujeres de su familia.
Monzón colaboró con Gabriela Bolten, una música que pertenece a una generación más joven de raperos en Guatemala. Aunque no se ha presentado en vivo recientemente debido a la pandemia, Monzón se considera una artista digital introspectiva. “Me gusta escribir y hacer música, y más bien disfruto subiendo mi música a Soundcloud para que la gente pueda escucharla en línea y transmitirla”, dice. “Para mí es importante usar mi ropa maya cuando rapeo para que los Pueblos Indígenas vean que hay mujeres mayas que hacen cosas y podemos romper estereotipos. Quiero seguir rapeando, y en un futuro me gustaría grabar un disco, seguir tomando fotografías y practicar danza, circo, teatro y todas aquellas disciplinas que involucran el cuerpo y su movimiento”.
Escuche la música de Cat Monzón’s en: www.soundcloud.com/yosoyosoy.
Foto superior por Teresa Jimenez.