El 29 de enero fue el Día Nacional del Intercambio de Semillas y, para celebrar este recordatorio oficial de que la primavera está ya a la vuelta de la esquina, en Cultural Survival nos gustaría destacar los éxitos recientes de dos de nuestros socios subvencionados por el Fondo Guardianes de la Tierra (KOEF). Liderado por Indígenas, este fondo está diseñado para apoyar los proyectos de desarrollo y defensa comunitaria de los Pueblos Indígenas.
Mushuk Yuyay - Kichwa Cañari (Ecuador)
En 2020, con ayuda de una subvención del Fondo Guardianes de la Tierra, la cooperativa financiera y agrícola liderada por Indígenas, Mushuk Yuyay, pudo comprar granos comerciales como cebada, quinoa y amaranto a un precio justo y usarlos para siembra. Al mismo tiempo, realizó talleres muy valiosos sobre el significado cultural de la agricultura y la soberanía alimentaria dentro de la comunidad. Según uno de sus miembros, “la agricultura es vida, familia y sabiduría”. En Kichwa, los ancianos suelen decir “Ñukanchi kawsayka chakrami”, que significa “nuestra cultura es la agricultura”.
La subvención ha sido particularmente útil en este momento debido a la pandemia mundial de COVID-19. Con el mercado cerrado o, al menos, inestable, contar con la subvención del Fondo de Guardianes de la Tierra significó que las materias primas aún se podían comprar a un precio justo, para luego plantar y revender, lo que ayudó a proporcionar estabilidad durante un tiempo incierto. Además, el equipo del centro que trabaja en el almacenamiento, procesamiento y comercialización se sintió motivado a seguir trabajando arduamente porque aún quedaba materia prima de calidad para procesar durante la pandemia. “No hay que tener miedo a la pandemia; hay que manternos positivos y motivados y alimentarnos bien", mencionó un miembro de la comunidad.
Durante este tiempo se realizaron dos talleres con líderes comunitarios, organizaciones e instituciones, sobre la importancia de los granos andinos en la alimentación y la agricultura familiar. Un taller se centró en la importancia de los granos andinos en el presente y ante futuras epidemias, mientras que el segundo se enfocó en la siembra de quinoa y amaranto. También hubo dos degustaciones de alimentos elaborados a base de granos andinos. Compartir este conocimiento e información es clave porque la agricultura y la cultura están estrechamente entrelazadas, y a muchos miembros de la comunidad les preocupa que no haya suficientes jóvenes participando en el proceso y que, como resultado, este conocimiento tradicional se esté perdiendo. Durante las reuniones comunitarias, se expresaron preocupaciones sobre el hecho de que los agricultores estaban recurriendo a la ganadería porque es más fácil y menos riesgosa, pero que depender de alimentos fáciles de preparar podría hacer a la comunidad más susceptible a las enfermedades. A otros les preocupaba que la falta de organización y de un liderazgo claro también contribuyera a la pérdida de los conocimientos agrícolas tradicionales. También existe el riesgo de perder los conocimientos tradicionales debido a la migración masiva de familias de Ecuador a los Estados Unidos. Esta emigración no solo afecta la economía local sino que también significa que hay menos miembros de la comunidad para participar en el proceso de producción asociativa de granos y son menos los portadores del conocimiento agrícola.
En 1994, Mushuk Yuyay comenzó solo produciendo semillas y luego, 15 años después, comenzó a vender en el mercado local derivados de legumbres y de granos como la cebada, el trigo, los frijoles y los guisantes. La organización realiza investigaciones regularmente para continuar su trabajo de una manera que incorpore en el proceso el conocimiento ancestral y las consideraciones ambientales.
UNOSJO - Xidza (Mexico)
La Unión de Organizaciones de la Sierra Juárez de Oaxaca (UNOSJO) es una organización Zapoteca/Xidza con sede en las montañas de Juárez, al sur de México, y ha sido líder durante 30 años en la defensa del acceso al agua y las variedades Indígenas del maíz, así como en la resistencia a la extracción y a la introducción del maíz transgénico en el campo oaxaqueño.
El enfoque principal de UNOSJO durante la pandemia ha sido utilizar los recursos del Fondo Guardianes de la Tierra para ayudar a proporcionar alimentos a las comunidades que más lo necesitaban en el área. Se compró maíz a comunidades de la región Rincón Bajo, que tenían excedentes de maíz, y se entregó a comunidades del Rincón de Ixtlán y Rincón de Tanetze, que sufrían escasez de alimentos por la mala cosecha del 2019, tras la falta de lluvias en la zona. Los productos alimenticios también eran escasos debido a la implementación de controles de salud y restricciones para la entrada y salida de personas.
Con la ayuda de los recursos de Cultural Survival, UNOSJO pudo trasladar los granos del Rincón Bajo a sus oficinas en Guelatao de Juárez para que pudieran secarse y almacenarse a salvo de plagas. Estos recursos también se utilizaron para adquirir cubrebocas y desinfectante para los filtros de salud en las comunidades y centros de salud locales, que muchas veces no contaban con el equipo necesario para desinfectar adecuadamente.
La organización también ayudó a producir programas de radio que fueron transmitidos por estaciones de radio comunitarias locales. Estos programas contenían información relacionada con la pandemia de COVID-19 y enfatizaban la importancia del reconocimiento de los derechos de los Pueblos Indígenas tanto por parte del gobierno local de Oaxaca como del gobierno nacional. “UNOSJO hace un llamado a los gobiernos estatal y federal a garantizar los derechos de los Pueblos Indígenas a la libre determinación, incluyendo el derecho a estar o permanecer en aislamiento, y a dejar de promover un modelo de desarrollo extractivista y el derecho de vía en México, que ha jugado un papel clave en la creación de la pandemia mundial en la que nos encontramos”, afirmó el conductor de uno de esos programas de radio. “El gobierno debe brindar el apoyo necesario a los agricultores para que puedan permanecer en sus comunidades y retomar la producción de autoconsumo y el comercio local de excedentes como un primer paso hacia la soberanía alimentaria”.
Ambos proyectos, sin planearlo y en distintas geografías, coincidieron en su estrategia para afrontar la situación provocada por la pandemia. La importancia de su trabajo en la preservación de las semillas nativas quedó clara; se demostró que su trabajo previo es una de las estrategias más importantes para la seguridad alimentaria de las comunidades, asegurando así no solo el alimento, sino también la economía y la salud de su gente. En Cultural Survival estamos dispuestos a responder durante los momentos más difíciles de la pandemia con estos y otros proyectos similares, donde las comunidades han tomado el liderazgo con soluciones basadas en su cosmovisión. Esperamos que muchos proyectos de este tipo puedan ser financiados en beneficio de los Pueblos Indígenas.
El Fondo Guardianes de la Tierra (KOEF por sus siglas en inglés) es un fondo liderado por Indígenas dentro de Cultural Survival, diseñado para apoyar los proyectos de promoción y desarrollo comunitario de los Pueblos Indígenas. Desde 2017, a través de pequeñas subvenciones y asistencia técnica, KOEF ha apoyado 182 proyectos en 36 países por un total de $791,838. KOEF proporciona, en promedio, subvenciones de $5,000 a comunidades, organizaciones y gobiernos tradicionales liderados por Indígenas de base para apoyar sus proyectos de desarrollo autodeterminado basados en sus valores Indígenas. Basados en la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, Cultural Survival utiliza un enfoque basado en los derechos en nuestras estrategias de concesión de subvenciones para apoyar las soluciones Indígenas de base a través de la distribución equitativa de recursos a las comunidades Indígenas.