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Radio Juventud promoviendo nuestra cultura y valores ancestrales

Por Radio Juventud

Hablar de nuestra filosofía como Pueblos Indígenas es un tema amplio. Antes de la llegada de los españoles invasores, ya tenían sus propios sistemas de organización, gobernanza, economía, justicia, comunicación, entre otros, que estaban muy entrelazados con los valores. El agradecimiento es una práctica común entre los pueblos; nuestros ancestros agradecían y siguen agradeciendo al creador y formador por la existencia, a la madre tierra, por cobijarnos, por nuestros alimentos, al padre sol, por iluminarnos y dar vida a todo a nuestro alrededor, a la abuela luna por regir las diferentes etapas de la agricultura y por nuestro crecimiento personal.

Luego de la llegada de los españoles, todo empezó a cambiar, se impuso un nuevo estilo de vida, obligando a nuestros abuelos y abuelas a buscar formas de transmitir sus valores a las futuras generaciones de forma disimulada. Aunque era difícil, valores como la solidaridad, el respeto, la armonía, el agradecimiento, fundamentales en la vida comunitaria, la organización, así como el resguardo de la tierra y el territorio siguieron siendo transmitidos. 

En el calendario maya hay un día especial en el que se armoniza con la madre tierra, las abuelas y abuelos han reiterado que antes de talar un árbol hay que pedir permiso y perdón. El proceso ocurre a través de un Xukulem Mejelen (ceremonia maya), se ofrendan candelas, poom y se invocan las energías del cielo y de la tierra, comunicándole a la madre tierra las razones de la tala del árbol. 

El Xukulem, también se realiza cuando llega el tiempo de la siembra o la cosecha, las familias y la comunidad se reúnen y ofrendan a la madre tierra; en la convivencia, se agradece por la vida, por lo que se provee, como lo manifiesta el libro sagrado, el Popol Vuh. Es una práctica que se viene realizando desde la creación del mundo y del universo, las primeras abuelas y abuelos agradecieron al corazón del cielo y la tierra por la existencia, no se concibe nuestra existencia sin la madre tierra y el cosmos.

Las duras etapas de la invasión, colonización y la guerra interna han fragilizado nuestra existencia. En los últimos 36 años del conflicto armado, comunidades enteras fueron arrasadas por el ejército, obligando a cientos de pobladores a migrar y negar su identidad como un mecanismo de protección ante la persecución y criminalización. La firma de los Acuerdos de Paz entre la guerrilla y el ejército de Guatemala en 1996, trajeron un pequeño respiro al reconocer el carácter multiétnico, multicultural y multilingüe del país, los derechos específicos de los Pueblos Indígenas y la adopción de instrumentos internacionales como el convenio 169.

 

La radio como esperanza para promover nuestros conocimientos

En el acuerdo identidad y derechos de los Pueblos Indígenas, el Gobierno de Guatemala se comprometió a abrir espacios en los medios de comunicación estatales y privados para la transmisión de los valores y conocimientos culturales de los pueblos maya, garífuna y Xinca; así como promover reformas a la ley de radiocomunicaciones, con el objetivo de facilitar frecuencias a los Pueblos Indígenas para erradicar la discriminación histórica. 

Había esperanza en que la situación cambiara para los Pueblos Indígenas, pero con el paso del tiempo, los pueblos comprendieron que era una farsa y que los compromisos asumidos por el gobierno no se materializaron. Por eso, los Pueblos Indígenas comenzaron a crear sus formas organizativas, se apropiaron de sus medios para enfrentar los problemas que les afectaban, utilizando específicamente Acuerdo sobre Identidad y Derechos de los Pueblos Indígenas, específicamente el inciso H, resalta claramente el derecho a acceder a frecuencias del espectro radioeléctrico.

Como el gobierno les negó un espacio en el que pudieran preservar sus formas culturales y de gobierno, las radios decidieron ejercer sus derechos estableciendo una radio comunitaria, promoviendo es su programación sus costumbres, tradiciones, idioma materno, indumentaria, su música y sus valores; concientizando a la audiencia sobre la importancia de mantener y fortalecer todos los elementos idenditarios, enfatizando la riqueza milenaria de nuestros ancestros.

 

Criminalización de prácticas ancestrales

La resistencia de los pueblos ha sido clave para que las prácticas ancestrales sobrevivan a pesar de la colonización. Los curas que acompañaron a los invasores señalaron a los ajq’ijab’ (contadores del tiempo) de practicar la espiritualidad como brujos, hechiceros, paganos. Por estas afirmaciones sin sustento fueron perseguidos y asesinados. La ignorancia de los españoles era tal, que las crónicas describen como en Yucatán incontables documentos con avanzada información escritos por los mayas, fueron quemados. De estos sobrevivieron 4 códices mayas, que documentan registros del movimiento de los astros, los eclipses y la relación que tienen estas con la humanidad y la madre tierra.

El cristianismo, históricamente ha satanizado las prácticas de los ajq’ijab’, las comadronas, los hueseros, etc.  En pleno siglo XXI, la criminalización sigue latente. En junio de 2020 el abuelo Domingo Choc, guía espiritual y conocedor de las propiedades de las plantas medicinales fue víctima de fanáticos religiosos quienes lo quemaron vivo, acusándolo de practicar brujería. El hecho conmocionó a los Pueblos Indígenas quienes se pronunciaron demandando justicia a las autoridades competentes. De la misma manera, universidades nacionales e investigadores internacionales reconocieron los valiosos aportes del abuelo domingo en el campo de la medicina natural. Lo anterior nos demuestra que hay grupos que aun desinforman y ponen en duda el derecho a la espiritualidad y cosmovisión de los pueblos indígenas.

 

Cuidado de la madre tierra contra el capitalismo

El capitalismo está transformando nuestra forma de pensar y consigo nuestros valores, sobreponiendo el individualismo y el dinero sobre todas las cosas. Las grandes industrias han contaminado el medio ambiente, enriqueciéndose de ella sin importar los daños irreversibles al planeta. Ahora ya estamos viviendo y sufriendo la crisis climática, percibimos el aumento del calor, escasez de la lluvia, la desaparición de los yacimientos de agua, la contaminación de los suelos, la extinción de varias especies, entre otros.

A menor escala, nosotros también aportamos a esta crisis, al comprar y utilizar productos que deterioran a la madre tierra y el cosmos. Es momento de reflexionar sobre nuestras acciones y cuestionar, ¿qué hemos hecho mal? ¿cómo dejamos de consumir productos que contaminan el ambiente?  ¿cómo nos solidarizamos con la madre tierra y sembramos por lo menos un árbol? Cabe preguntarnos, ¿cuándo fue la última vez que agradecimos a los nahuales que acompañan nuestra existencia?, por mencionar ¿al nahual Iq, por la lluvia y los yacimientos de agua?  al nahual Q’anil e Ix, por la fertilidad de la madre tierra; al nahual Noj para que nos de sabiduría e ilumine nuestras mentes.

 

El respeto a los abuelos y las abuelas 

Nuestras abuelas y abuelos resguardan estos y otros saberes, no son sólo las cabezas de la familia sino de la comunidad. Existen lugares donde aún se puede observar como la niñez, la juventud y los adultos saludan a las y los ancianos cuando los encuentran en la calle, el respeto se demuestra saludándolos, agachando la cabeza y besándole la mano, luego, se le concede el paso. En otros pueblos hay una pequeña variante, cuando las personas agachan la cabeza frente alguna abuela/o, ellos posan su mano sobre la cabeza, luego continúan su marcha, esta práctica no se practica como antes, pero demuestra mucho respeto. Por eso, se puede descolonizar y desaprender lo que hemos aprendido mal, así, abriremos nuestra mente para escuchar, profundizar y poner en práctica nuevamente nuestros valores mayas en toda nuestra vida comunitaria.

En este contexto, las juventudes tienen el reto de recuperar la memoria histórica de los pueblos, lo que conlleva promover la filosofía, la arquitectura, la espiritualidad, la astronomía, la indumentaria y el idioma maya. Investigar y recuperar el conocimiento es el primer paso, para continuar con la promoción e implementación de las prácticas ancestrales, lo cual es todo un desafío en este mundo global que día con día nos aliena, despoja nuestra sabiduría y nuestros valores ancestrales. Todo esto debe ir de la mano con la radio comunitaria Indígena que es un medio eficaz para diseminar y fortalecer nuestra cultura como Pueblos Indígenas.

 

Foto superior por Radio Juventud

 

En 2023, Radio Juventud fue apoyada por el Fondo de Medios Comunitarios Indígenas, el cual brinda oportunidades para que las estaciones de radio Indígenas internacionales fortalezcan su infraestructura y sistemas de transmisión y creando oportunidades de capacitación en periodismo, transmisión, edición de audio, habilidades técnicas y más para periodistas de radio de comunidades Indígenas de todo el mundo. En 2023, el Fondo de Medios Comunitarios Indígenas apoyó a diversas comunidades con 60 subvenciones por un total de $ 420,000 a medios comunitarios indígenas en 20 países, apoyando a 87 Pueblos Indígenas.