A continuación, extractos de entrevistas de Radio de Derechos Indígenas realizadas con líderes indígenas sobre sus reflexiones sobre los logros y desafíos de la Declaración.
S. James Anaya, Decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Colorado, ex Relator Especial de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas
Mis expectativas se han cumplido en cierto modo, y también ha habido algunas decepciones. Ha habido victorias en todo el mundo y muchos casos en los que los Pueblos Indígenas han utilizado la Declaración para crear conciencia y entendimiento sobre sus derechos e incluso ha habido un movimiento hacia la implementación de los derechos expresados en la Declaración. En Belice, la Declaración fue utilizada apenas semanas después de que fuera adoptada por la Asamblea General de la ONU en el litigio de un caso judicial sobre los derechos de la tierra maya. La Corte Suprema de Belice hizo referencia a la Declaración para interpretar la constitución de ese país y lo hizo para afirmar que el derecho a la propiedad en virtud de la Constitución debe interpretarse de acuerdo con las disposiciones de la Declaración sobre tierras y recursos. La Corte falló a favor del Pueblo Maya y sus derechos sobre sus tierras tradicionales.
Hay mucho por hacer en el futuro para crear conciencia sobre los derechos de los Pueblos Indígenas tal como se expresa en la Declaración. En todo el mundo, diariamente, los derechos afirmados en la Declaración son ignorados o violados. Mi esperanza es que con el tiempo, la Declaración se convierta en una mayor fuente de conciencia por parte de los actores poderosos y que se convierta en una guía con más fuerza para que los Estados actúen de acuerdo con los términos de la Declaración. Una de las decepciones es el propio sistema de las Naciones Unidas, en el que en muchos casos las deliberaciones no siguen la Declaración por completo. Incluso escuchamos que los Estados dentro del sistema de la ONU a veces quieren retroceder algunas de las disposiciones de la Declaración.
En los Estados Unidos, hemos visto que bajo la Administración anterior la Declaración fue, en muchos aspectos, tomada en cuenta por ciertos organismos gubernamentales. Desde que el Presidente Obama aprobó la Declaración en nombre de los Estados Unidos y declaró que sería una guía para la acción de los Estados Unidos con respecto a los Pueblos Indígenas, vimos algunas iniciativas en ese sentido, incluyendo la consulta con estos Pueblos, y ciertos temas culturales tomados en cuenta.
En América Latina, hemos aceptado la Declaración y otros instrumentos internacionales relativos a los Pueblos Indígenas, en particular el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo, que influyen en la política gubernamental. Por ejemplo, en el área de consulta con los Pueblos Indígenas, vemos que varios países de América Latina tratan de desarrollar mecanismos de consulta adecuados de acuerdo con la Declaración y el Convenio 169 de la OIT. Desafortunadamente, en la mayoría de los casos esas reformas no se han convertido en acciones.
A nivel mundial, creo que tenemos una situación variada porque varios países fuera de la región de América, particularmente en Asia y África, rechazan reconocer que hay Pueblos Indígenas en sus respectivos países o que la Declaración no es relevante para sus países por que sostienen que todos los Pueblos son Indígenas. Hemos visto a varios países en Asia y África simplemente eludiendo la aplicación de la Declaración. Eso ha sido una decepción y un punto de preocupación. Yo diría, sin embargo, que hemos visto que la Declaración ha animado a los Pueblos Aborígenes mismos a reclamar esos derechos, aunque los gobiernos no los reconozcan como indígenas. Hemos visto grupos que no fueron formalmente reconocidos, usando la Declaración para reclamar sus derechos y tener cierto éxito en su reconocimiento. Vemos esto, por ejemplo, en Kenia, donde el Pueblo Endorois han visto el reconocimiento de sus derechos territoriales por medio de cusas judiciales, a pesar de que el gobierno de Kenia ha sido muy ambiguo sobre si la Declaración es aplicable o si el Pueblo Endorois es indígena bajo los términos de la Declaración.
El mayor desafío, creo, es simplemente la falta de conciencia entre los funcionarios gubernamentales y entre la sociedad sobre las preocupaciones y el estatus de los Pueblos Indígenas y sobre los derechos que se han atribuido a los mismos a nivel internacional, incluso a través de la Declaración. La falta de conciencia crea una situación en la que las continuas violaciones de los derechos de estos Pueblos y las soluciones que se señalan en la Declaración son simplemente ignorados, y los asuntos de interés para ellos no se abordan adecuadamente. Lo que realmente hay que hacer es algo más que simplemente señalar la Declaración en cuanto a procedimientos legales formales o en contactos directos con líderes y agencias gubernamentales. Es necesario que haya una mayor conciencia dentro de las sociedades en general, porque los gobiernos responden a las mayorías dentro de las sociedades. Sin una amplia conciencia social sobre los Pueblos Indígenas y sus derechos, seguiremos viendo una falta de acción para abordar sus preocupaciones.