Por Norberto Farekatde Maribba, miembro de Confederación Indígena del Alto Amazonas COIDAM
Para los Pueblos Indígenas del Resguardo Predio Putumayo, Amazonas, Colombia, Conferencia de las Partes sobre diversidad biológica, COP16, tiende a ser un espacio importante para quienes nos encontramos interesados por la vida de nuestro planeta y de la humanidad. Sin embargo, el problema abordado por la COP continúa siendo crítico, por la negligencia de algunos sectores reacios al cumplimiento de los acuerdos, tratados y convenios, sean estos vinculantes o no. Es contradictorio que, mientras unos conservan, cuidan y protegen la vida, otros la degradan, simplemente por garantizar una inversión de recursos y por continuar contaminando.
El extractivismo, cualquiera que sea su sistema o modalidad, legal o ilegal, es nocivo e inconveniente para el planeta y la humanidad. En la concepción mítico-religiosa de los “hijos de tabaco, coca y yuca dulce”, el creador Moo Buinaima les entregó una sola orden, un solo mandamiento, un solo manifiesto: cuidar la vida de todos quienes existimos o habitamos en la naturaleza. Plantas, animales o minerales: todos poseen un espíritu. Es necesario cuidar la vida, para las nuevas generaciones, con la palabra dulce y fría del consejo, la cual brota del mambeadero; del Buen Vivir, de amanecer la palabra en abundancia, del equilibrio integral, de la complementariedad del uno con el otro, de la interacción del ser humano con los espíritus de la naturaleza. Todo esto evidencia al ser humano como parte integral de la naturaleza; no somos un mundo aparte del todo.
Desde luego, esperamos del Encuentro COP16, un compromiso serio de las partes, hacia el cumplimiento de la política ambiental, en beneficio del planeta y la humanidad. Que la participación de los Pueblos Indígenas sea plena y efectiva, en este espacio de decisión política, por el reconocimiento de los espacios territoriales tradicionales y sagrados, el conocimiento y sabiduría ancestral, de uso inmemorial. Que en la política ambiental sea efectiva la consulta previa, libre e informada, para las acciones o actos en los territorios ancestrales Indígenas, ya que continuamos demostrando y aportando, frente a la sociedad mayoritaria la existencia de otra forma de cuidar, conservar y proteger la vida y nuestro planeta.
Sobre esto en particular, nos gustaría ser partícipes directos en los espacios de decisión política ambiental, ya que no es concebible que otros actores ajenos a nuestra realidad de vida, de nuestro territorio, de nuestros saberes ancestrales y de nuestras prácticas autóctonas continúen tomando decisiones con otros intereses, desconociendo nuestras formas propias de concebir y construir la vida y el mundo. Es necesario un apoyo práctico para las comunidades Indígenas y locales, quienes en la práctica cuidan la naturaleza y el saber de vida. La política debe orientarse según las formas propias de su cosmovisión, sin intermediarios. No se necesita la implementación de más políticas paternalistas.
El resguardo Indígena Predio Putumayo es el territorio ancestral más extenso del país en Colombia, con más de 500 hectáreas. Los retos que nos ocupan y amenazan son la protección de la riqueza de nuestros recursos naturales del apetito extractivista, por actores ajenos a nuestras comunidades. Las extracción de plantas en todas sus expresiones y beneficios (maderables, medicinales, aromatizantes, alimenticios, combustibles), la explotación aurífera y de pieles, la caza y la pesca sin control, el tráfico de animales y peces ornamentales, junto a las causas y consecuencias del narcotráfico, son las problemáticas latentes. Todas ellas nos impiden ejercer una autonomía real en el control territorial del resguardo, por parte de las autoridades tradicionales. Asimismo, la presencia de grupos armados ilegales, quienes se han hecho con el control territorial, marca un serio reto frente a la autonomía territorial de los Pueblos Indígenas del Predio Putumayo.
Norberto Farekatde Maribba es un líder Indígena muruy muyna, nacido en la Chorrera, en el resguardo Predio Putumayo, departamento de Amazonas (Colombia). Ha sido partícipe de diferentes acciones de tipo organizativo y las reivindicaciones de los derechos de los pueblos Indígenas. Igualmente, en 1989 participó en los procesos de la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) y en 2008, colaboró con la Organización Nacional de los Pueblos Indígenas de la Amazonía Colombiana (OPIAC). En cuanto a su formación académica, Norberto es licenciado y magíster en ciencias sociales, con mención en estudios étnicos. Norberto forma parte de la Confederación Indígena del Alto Amazonas COIDAM, una organización base desde donde Norberto acompañó la lucha por la reconquista territorial del resguardo Predio Putumayo. El líder se guía por su compromiso para "continuar cuidando, conservando y protegiendo la vida, y nuestro planeta; mediadas por una nueva mirada, un repensar en mantener la vida y construir el mundo".