Fundada hace tres años, la Comunidad de Parteras Nativas de Alaska es una pequeña organización de base voluntaria en Anchorage, cuyos miembros se definen a sí mismas como “parteras, curanderas, madres, clientes-propietarias de nuestro sistema de atención médica tribal, activistas por la justicia social/comunitaria, artistas, estudiantes de doctorado, investigadoras, hermanas y tías”. Juntas, representan a más de un puñado de naciones tribales dentro de las culturas de Athabascan, Iñupiaq, Yup'ik y Yupik siberiano. Margaret David (Koyukon Athabascan), Helena Jacobs (Koyukon Athabascan), Abra Patkotak (Iñupiaq), Charlene Apok (Iñupiaq), Stacey Lucason (Yup’ik) y Stefanie Cromarty (Isla St. Lawrence Yupik) son las fundadoras y líderes voluntarias tras la iniciativa. En palabras de Jacobs, la Comunidad de Parteras Nativas de Alaska está hecha de “mujeres nativas que ofrecen cuidados a personas embarazadas, incluyendo otras mujeres nativas, que cuidan de la misma manera en la que nos hemos cuidado unas a la otras por milenios. Buscamos reclamar nuestro conocimiento ancestral, como también intercambiar nuevos conocimientos para aumentar la capacidad de nuestras cuidadoras locales para recuperar estos roles”.
La visión de la Comunidad de Parteras es que “cada persona nativa de Alaska que da a luz se sienta apoyada, bien cuidada y surtida con la información que necesita para tomar decisiones confiables sobre salud reproductiva, parto y paternidad, para reclamar y crear una nueva ceremonia y sanar a nuestros antepasados y las generaciones futuras que pueden haber sido dañadas por la colonización de nuestros cuerpos, la atención médica y las prácticas de parto". El enfoque de la Comunidad hacia el apoyo perinatal se enfoca no solo en los aspectos médicos de dar a luz y ser padre, sino también en las culturas Indígenas y la recuperación de cuerpos Indígenas. "El nacimiento en sí es considerado una ceremonia", dice Jacobs, "y las formas específicas en que cada uno de nosotros practica la celebración de este espacio ceremonial difiere en gran manera". La comunidad ofrece servicio voluntario de guardia para mujeres en todas las etapas de la vida reproductiva: las mujeres que recién llegan a la mayoría de edad pueden tatuarse en una ceremonia de empoderamiento, las que están considerando el embarazo pueden recibir asesoramiento de pareja, las mujeres embarazadas reciben apoyo durante el parto, y las que han dado a luz reciben atención posparto. La Comunidad está disponible para ayudar a las mujeres con su salud mental y bienestar familiar, además de recolectar y redistribuir artículos donados para recién nacidos, paquetes de cuidados del embarazo, y paquetes de alimentos.
Food bags restocked by the Alaska Native Birthworkers Community ready for distribution to pregnant families receiving care through the Alaska Native Medical Center, in support of the efforts of individuals in the OB clinic who have been distributing food for decades. Photo by Margaret David.
Los impactos que el embarazo y la primera infancia tienen tanto en la madre como en el niño no pueden subestimarse. La Comunidad cree que el embarazo es un momento oportuno para trabajar con las familias "porque una persona embarazada está especialmente motivada y abierta a la curación y a cambios de salud positivos para beneficio de su hijo". Es fundamental formalizar una red de parteras nativas de Alaska que valoren el papel que desempeña la cultura Indígena en la salud prenatal y posnatal. En palabras de la Comunidad, “nuestras mujeres jóvenes quieren que las tías las guíen a través de su transición a ser mujer, nuestras madres quieren ayuda para navegar el embarazo y el parto, nuestras hermanas quieren que alguien se siente a su lado mientras aprenden a cuidar a un recién nacido y que sus familias crezcan. Por milenios nuestras estructuras sociales y comunitarias exigieron ritos ceremoniales de paso, que una nueva madre sea cuidada por todos los que la rodeaban y que el cuidado fuera ofrecido a nivel local por mujeres cuya sabiduría y medicina pasara de generación en generación.”
Sin embargo, este tipo de ambiente de parto ya no es la regla para los padres nativos de Alaska, haciendo que el trabajo de la Comunidad sea esencial. La mayoría de las madres nativas de zonas rurales son desplazadas de sus países de origen y deben viajar en avión, a menudo separadas de sus familias y comunidades más amplias, cuando dan a luz. La Comunidad señala numerosos estudios clínicos que han demostrado que “el apoyo continuo de un compañero de parto capacitado profesionalmente en el momento del nacimiento da como resultado trabajos de parto más cortos con menos complicaciones, mayor satisfacción con la experiencia del parto, menor necesidad de intervenciones médicas, incluida una disminución significativa en las solicitudes de analgésicos. Además, los padres que reciben este tipo de apoyo perinatal se sienten más seguros y cuidados, tienen más éxito en la adaptación a la nueva dinámica familiar y con la lactancia materna, tienen mayor confianza en sí mismos, tienen menos depresión posparto y tienen menor incidencia de abuso".
Margaret David pregnant with Tala David getting an herbal foot bath at a blessing ceremony to prepare for her home birth. Photo by Rhonda Grantham.
La propia experiencia de Jacobs demuestra la importancia del apoyo de la comunidad durante el parto. “Tuve una excelente atención durante mis tres embarazos y tuve experiencias de parto realmente positivas, empoderadoras y hermosas”, recuerda. “Me sentí segura, bien cuidada y tuve la información que necesitaba para tomar decisiones sobre mi cuidado. Cuanto más me involucré en este trabajo, más me di cuenta de que era un privilegio tener estas experiencias, y eso es una motivación principal para dedicarme a este trabajo”. Más tarde, cuando asistió a un parto, Jacobs describe haber conocido a la futura madre por primera vez mientras estaba apoyando en el hospital. “Antes de llegar me sentía muy nerviosa acerca de cómo podría ofrecerle atención y poder apoyarla. Tan pronto como llegué, nos conectamos de inmediato y pude estar presente para ella de la manera en que lo necesitaba interpretando lo que quería. Ella estaba tan agradecida conmigo por estar allí para ella, y yo estaba muy agradecida con ella por invitarme a ese espacio sagrado y honrarme con el regalo de presenciar su nacimiento, y ser una de las primeras personas en conocer a su bebé. Esto consolida cuán importante es el cuidado en pareja y cómo el lazo de la hermandad puede formarse en estos momentos”.
La mayoría de los profesionales en salud que trabajan en el sistema de atención medica tribal no son nativos de Alaska, y por lo tanto no son capaces de brindar cuidado acorde a la cultura y ceremonias que reflejan el conocimiento ancestral, y los valores culturales durante el embarazo y parto. Mientras tratamos de llenar este vacío y brindarles a las mujeres nativas el apoyo que necesitan y merecen, la Comunidad hace un llamado a todas las entidades tribales de atención médica a contratar trabajadores de parto Indígenas (parteras, capacitadas en los cuidados doulas, consejeras de lactancia, etc.) y ofrecer apoyo adicional a los padres mediante el programa doula y otros proyectos de ayuda acompañada.
En 2017, la Comunidad organizó el Encuentro de Guardianes de Conocimientos Ancestrales de Partería Indígena, donde mujeres de Estados Unidos y Canadá abordaron diferentes partes de la agenda. El evento se centró no solo en las habilidades de los ayudantes de parto, sino también en el conocimiento ancestral y la tradición Aborigen. Los temas de la agenda incluyeron el conocimiento básico y el desarrollo de habilidades para los asistentes de partos (fisiología reproductiva, salud antes de la concepción, apoyo durante el embarazo, trabajo de parto y nacimiento); recuperación de las ceremonias de nacimiento. Asimismo, incluyó los esfuerzos revitalizantes de las ceremonias de la llegada de mayoría de edad de las mujeres, los ritos de pasaje que ayudan en la reconstrucción de las formas de vida, la curación de nuestras naciones, la narración de historias, el apoyo a la lactancia materna, el conocimiento ancestral y la elaboración de medicina a partir de plantas. Este otoño, la Comunidad planea organizar dos capacitaciones más: una para consejeros Nativos en lactancia materna y otra para capacitar doulas Indígenas mediante un espectro completo. Además, la comunidad continúa evaluando las necesidades de la comunidad nativa de Alaska mediante encuestas a los sistemas de atención médica en todo el Estado para comprender mejor qué atención y recursos se brindan localmente a las mujeres nativas. Estos datos ayudarán a guiar a la Comunidad en el cumplimiento de su visión y propósito de devolver la experiencia Indígena en el nacimiento.
Top photo: Alaska Native Birthworkers Community founders enjoying a winter day in Anchorage. (L-R): Charlene Apok, Olga Lucason, Stacey Lucason, Abra Patkotak, Helena Jacobs,Tala David, Margaret David. Photo by EJ David.