La filantropía institucional, en pocas palabras, es una construcción occidental. A menudo puede parecer transaccional, comparado con un negocio cuando los financiadores diseñan estrategias sobre los rendimientos de la inversión y del (siempre presente) incremento. La riqueza queda en manos de unos pocos, que están desconectados de las realidades de las comunidades Indígenas que luchan contra los oleoductos, la extracción de minas y los proyectos de desarrollo a gran escala. Las estadísticas recién publicadas confirman la realidad de los implacables ataques violentos contra los Pueblos Indígenas que defienden su forma de vida: en 2017, casi cuatro defensores ambientales fueron asesinados cada semana por enfrentarse a ganaderos, cazadores furtivos, minas y grandes proyectos de infraestructura.
Mientras que algunos financistas están adoptando ahora una narrativa de "equidad" en la filantropía, la práctica real requiere una auto-reflexión honesta sobre las dinámicas de poder, comprendiendo cómo se acumula la riqueza y aprendiendo cómo los sistemas coloniales continúan prosperando de manera tanto insidiosa como explícita. Romper patrones que están solidificados por clase y privilegio blanco no es una hazaña fácil. Compartir el poder requiere humildad. En pocas palabras, no todo es "Kumbaya" en círculos filantrópicos bien intencionados y fuera de las conferencias. Como explica Melissa Nelson (Chippewa), de la tribu Turtle Mountain en Dakota del Norte y presidenta de The Cultural Conservancy: “en realidad, gran parte de los dólares de las riqueza financieras de las organizaciones filantrópicas provienen de tierras, recursos y mano de obra Indígenas que se extrajeron de formas muy dañinas.
Re-imaginar la riqueza es también una forma de restitución y sanación que se necesita en nuestro mundo de hoy en día. Durante el fin de semana previo al Día de los Pueblos Indígenas, los Financistas Internacionales para Pueblos Indígenas (IFIP por sus siglas en inglés) convocaron una reunión histórica en Santa Fe, Nuevo México, de fondo Indígenas para dialogar sobre la creación de un modelo de donación culturalmente apropiado que priorice sus valores, sabiduría y autodeterminación. El IFIP aboga por la provisión de recursos para soluciones Indígenas y la creación de asociaciones respetuosas entre los PP. II. y la comunidad filantrópica. Suzanne Benally (Diné y Santa Clara Tewa) y Jim Enote (Zuni), ambos líderes Indígenas en filantropía, compartieron historias de sus países de origen y pueblos y una larga historia de donaciones en comunidades nativas donde la reciprocidad y la construcción de relaciones continúan sosteniendo conexiones y creando confianza.
"Menos del uno por ciento de las donaciones filantrópicas de las diez principales fundaciones de los EE. UU. llega a las comunidades Indígenas", dijo Benally, directora ejecutiva de Cultural Survival. “La filantropía nativa tiene una gran cantidad de conocimientos y prácticas. Es importante que encontremos formas de colaborar”. El encuentro reunió a más de 20 fondos dirigidos por Indígenas de Australia, África Oriental, Canadá, Estados Unidos y Mesoamérica, entre otras regiones. Los delegados destacaron ejemplos de comunidades Indígenas que están generando innovaciones, construyendo proyectos de energía renovable basados en la comunidad y creando modelos holísticos económicos y educativos para promover a los Pueblos y sostener sus culturas. "Es fundamental que la filantropía reconozca a los Pueblos Indígenas como innovadores, científicos, educadores y líderes de opinión; que están impulsando soluciones locales para crear resiliencia desde cero", dijo Lourdes Inga, directora ejecutiva de IFIP.
El liderazgo de las mujeres Indígenas estuvo al frente y en el centro de la convocatoria. “Como fondos liderados por Indígenas, estamos transformando el paradigma de los recursos. No se trata solo de dinero. Nuestro marco es sobre inversiones mutuas y respeto por los modelos interculturales de dar”, dijo Teresa Zapeta, directora ejecutiva del Foro Internacional de Mujeres Indígenas, el primer fondo de mujeres Indígenas del mundo. Los delegados subrayaron la importancia de redistribuir recursos y abogar por mover grandes fondos de la filantropía a movimientos y redes liderados por Indígenas. “Necesitamos re enfocar las formas Indígenas de conocer y dar. Nuestras comunidades saben cómo administrar la tierra de manera ética. Tenemos que rechazar los modelos de caridad de donación, y descentralizar “lo blanco” (caucásico), dijo Kris Archie, director ejecutivo del Círculo de Filantropía y Pueblos Aborígenes en Canadá.
Los nativos en los Estados Unidos también hablaron sobre la necesidad de reconocer el trauma histórico del genocidio, además de las industrias mineras y extractivas que continúan dañando a sus comunidades en el presente, ya sea por defectos de nacimiento causados por la extracción de uranio en la Nación Navajo o por la violencia contra las mujeres recibida por los "campamentos de hombres", establecidos en sus territorios para extraer petróleo en Dakota del Norte. “Durante mucho tiempo, hemos visto la riqueza como un modelo bancario de números, que es extractivo y transaccional. Para los nativos, la riqueza es tener agua limpia y contar con nuestras semillas sagradas. La riqueza es tener hijos y ancianos juntos. Es crítico para la comunidad filantrópica dominante reconocer el capital social de nuestra comunidad. Tenemos que volver a imaginar cómo vemos la riqueza de un modelo convencional, y debemos ser audaces en recibir esta abundancia", dijo Nelson.
Los miembros de los fondos dirigidos por los Indígenas también reconocieron el poder de amplificar sus propias historias y crear una narrativa de los aportes de su aprendizaje colectivo que respete su visión del mundo. "Es fundamental que aumentemos de manera más amplia la visibilidad de los fondos dirigidos por los Indígenas en la comunidad filantrópica y que aboguemos por movilizar grandes cantidades de dólares para ellos", dijo Inga. La visión de los fondos dirigidos por los Indígenas es transformar fundamentalmente las relaciones de arriba hacia abajo, donante-beneficiario, por relaciones de beneficio mutuo y reciprocidad. La responsabilidad de unos y la responsabilidad de otros son una vía de doble sentido, y es necesaria para que una relación sea igual.
“Estos fondos dirigidos por Indígenas han sido creados a lo largo de 25 años. Son parte del movimiento de autodeterminación de los Pueblos Indígenas y del movimiento ambiental y de mujeres. Estamos haciendo tanto a nivel local que se generan impactos a nivel regional y global. Necesitamos pedir más dinero para construir relaciones y de confianza”, dijo Myrna Cunningham, presidenta del Fondo Pawanka. Otros delegados afirmaron la necesidad de la filantropía tradicional para cambiar las dinámicas de poder, cultivar el liderazgo Indígena en los procesos de toma de decisiones y financiar programas en los que el empoderamiento y las prioridades de la comunidad cuenten con recursos de manera integral. Winona LaDuke, renombrada activista de Ojibwe, también subrayó la necesidad de tejer un nuevo paradigma de economía, uno que se aleje de la competencia hacia la cooperación en un momento en que el cambio climático y la aceleración de la destrucción del medio ambiente tienen un impacto desproporcionado en los Pueblos Indígenas.
Los fondos dirigidos por los Indígenas están descolonizando la filantropía. Los donantes tienen una oportunidad única de escuchar, desaprender y colaborar. Jane Meriwas, líder del Samburu Women Trust en Kenia, recordó a los financistas que las mujeres Indígenas son capaces de dirigir sus propias organizaciones y definir su propio destino, y que los financistas tienen la obligación de aportar recursos para su organización y constante movimiento. Melissa Nelson agregó: "Estas organizaciones están desmantelando audazmente las dinámicas de poder en la filantropía y están obteniendo de manera más simple más recursos para las comunidades Indígenas, quienes están haciendo mucho con tan poco".
- Rucha Chitnis es fotoperiodista, escritora y cineasta emergente. Puede ver una muestra de su trabajo en awomanslens.com.