El 26 de mayo de 2017, el Tribunal Africano de Derechos Humanos y de los Pueblos (la "Corte Africana") emitió la tan esperada sentencia sobre el caso presentado por la Comunidad Ogiek contra el gobierno de Kenia, por las constantes violaciones a y la negación de sus derechos territoriales.
La Corte estableció un precedente importante sobre los derechos de la tierra de los Pueblos Indígenas, al fallar en favor de la comunidad Ogiek de Kenia. Poniendo fin así, a una batalla legal de ocho años sobre un caso de derechos de tierra que se remonta a la época colonial. El gobierno de Kenia fue encontrado culpable de la violación de siete artículos diferentes de la Carta Africana sobre Derechos Humanos y de los Pueblos, aprobada en 1981.
"Es crucial que la Corte haya reconocido que los Ogiek -y por lo tanto muchos otros Pueblos Indígenas en África- desempeñan un papel principal como guardianes de los ecosistemas locales y en la conservación y protección de la tierra y los recursos naturales, incluyendo el Bosque Mau", dice Lucy Claridge, Director legal de Minority Rights Group International, quien argumentó el caso.
"Para los Ogiek, esto significa estar haciendo historia. Este problema de los derechos de la tierra finalmente se ha hecho escuchar y, la causa les ha permitido sentirse relevantes. Sé que el caso también da esperanza a otros Pueblos Indígenas, ya que ha hecho que los problemas parezcan reales", dice Daniel Kobei, director ejecutivo del Programa de Desarrollo de los Pueblos de Ogiek (OPDP).
Los Ogiek, 35.000 de los cuales son víctimas de este histórico asunto, viven en el Complejo Forestal Mau en el Valle del Rift de Kenia. Son una de las pocas comunidades que quedan que todavía habitan en el bosque y uno de los pueblos indígenas más marginados de Kenia. Desde tiempos inmemoriales, los Ogiek han vivido en el Bosque de Mau, en las áreas boscosas que rodean el monte Elgon. Utilizan estos territorios como su medio de conseguir alimento, refugio, identidad y su propia sobrevivencia.
Incluso antes de la independencia de Kenia del dominio colonial, los Ogiek han sido sistemáticamente sometidos de forma arbitraria a desalojos forzados de sus tierras ancestrales por parte de su gobierno, sin consulta previa o compensación. Esto ha tenido un impacto perjudicial en el desarrollo de su vida tradicional, en el acceso a los recursos naturales en sus tierras y en el acceso a la educación, servicios de salud y justicia. Los Ogiek tiene una lazo espiritual, emocional y económico con el bosque.
Esta es la primera vez que el Tribunal Africano, en funcionamiento desde 2006, se ha pronunciado sobre un caso de derechos de los Pueblos Indígenas. Es de lejos el mayor caso jamás presentado ante la Corte. Originalmente se presentó a la "Comisión Africana", y más tarde fue remitida a la Corte en base a las claras evidencias de graves violaciones de los derechos humanos. Minority Rights Group International, el Programa de Desarrollo de los Pueblos de Ogiek y el Centro para el Desarrollo de los Derechos de las Minorías (CEMIRIDE) fueron los tres primeros querellantes ante la Comisión Africana. Este es también uno de los primeros casos presentados originalmente por las Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) que han sido remitidos a la Corte Africana por la Comisión Africana, y es el primer caso que ha llegado a la audiencia. Esto establece importantes precedentes de procesales y legales.
En 2009, OPDP y CEMIRIDE presentaron el caso, en nombre de los Ogiek, ante la Comisión Africana en contra del gobierno de Kenia. Minority Rights Group International comenzó a involucrase en el caso en abril de 2010 y, después de una extensa misión de investigación de los hechos y consultas comunitarias, redactaron y presentaron un informe ante la Comisión Africana, en agosto de ese año.
En 2012, la Comisión Africana decidió remitir el caso a la Corte Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos, ya que se demostraron violaciones graves de los derechos humanos. El 15 de marzo de 2013, el Tribunal Africano emitió una orden de medidas provisionales en la que se exigía al gobierno keniata que: i) restableciera inmediatamente las restricciones impuestas en las tierras en el Complejo Forestal de Mau, y (ii) se abstuviera de cualquier acción/asunto que quisiera/pudiera perjudicar irremediablemente la demanda principal, hasta que el Tribunal Africano dictara su decisión definitiva en el caso. La orden fue promulgada ya que la Corte Africana consideró que "existía una situación de extrema gravedad y urgencia, así como un riesgo de daño irreparable a los [derechos del] Ogiek del Bosque Mau".
Veinticinco miembros de la comunidad Ogiek pudieron asistir a la audiencia y otros 40 pudieron ver la audiencia en Kenia a través de la transmisión en vivo.
Mientras se espera la sentencia, se ha seguido violando la orden de medidas provisionales, incluyendo un desalojo violento de aproximadamente 1.000 Ogiek y el acoso de la policía. En mayo de 2017, el Comité para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial señaló su preocupación por los informes de desalojos forzosos en curso e instó al Gobierno de Kenia a que garantizara el reconocimiento legal de los derechos colectivos de los pueblos indígenas y a prevenir, castigar y sancionar actos que amenazaran su seguridad y su propiedad. El gobierno de Kenia también ha anunciado planes para el Complejo Forestal de Mau, que pronto se convertirá en tierras del gobierno y del cual, sus habitantes serán trasladados a la fuerza.
"Al declarar que a través de la negación persistente de los derechos sobre la tierra a los Ogiek, sus prácticas religiosas y culturales y que sus formas de cazar fueron también violadas, la Corte ha enviado un mensaje claro a los gobiernos de Kenia y otros gobiernos africanos, los que deben respetar los derechos de los pueblos indígenas, para asegurar sus medios de subsistencia y cultura," dice Claridge.
Los derechos de los Ogiek sobre tierras ancestrales ya están reconocidas tanto en la Constitución de Kenia como en la recién promulgada Ley de la Tierra Comunitaria y a la luz de las próximas elecciones y del historial de poca exigencia en la ejecución de la decisión de la Comisión Africana Endorois de 2010 que declaró la expulsión del pueblo de Endorois de sus tierras ancestrales ilegalmente, el gobierno de Kenia está obligado a respetar plenamente la sentencia de la Corte y tomar medidas inmediatas para remediar las violaciones experimentadas por los Ogiek durante décadas.
"Este caso tiene una importancia fundamental para los Pueblos Indígenas en África, y particularmente en el contexto de conflictos en el continente que se están viendo entre las comunidades, provocados por las presiones sobre la tierra y los recursos", dice Claridge. "En última instancia, la Corte [se pronunció] sobre el papel crucial de los Pueblos Indígenas en la conservación de la tierra y los recursos naturales y, en consecuencia, la mitigación del cambio climático en una región actualmente devastada por la sequía y el hambre".