El pueblo San, conocido como Khwe, constituye el 80% de las 5.500 personas que viven en el Parque Nacional de Bwabwata, en el noreste de Namibia. Bwabwata es la tierra ancestral de los San. En 2007, cuando se creó el parque nacional, los San fueron reubicados y confinados en zonas limitadas. Muchos miembros de la comunidad pasan penurias y sobreviven recolectando alimentos silvestres y medicinas gracias a los conocimientos que nos transmitieron nuestros antepasados. Principalmente cosechan garra del diablo, que se vende en todo el mundo y es una forma vital de ingresos para las familias.
Además de perder el acceso a sus tierras ancestrales, la asimilación forzosa y la imposición de sistemas coloniales afectaron profundamente a los modos de vida ancestrales y la transmisión de sus conocimientos de los San. Según la política lingüística de Namibia de 2003 del Ministerio de Educación Básica, Deportes y Cultura, la lengua de enseñanza en los grados 1º a 3º debe ser ya sea la lengua materna o la lengua local predominante. Sin embargo, la lengua utilizada en los primeros grados de primaria de nuestras escuelas es la del segundo grupo étnico más numeroso, lo que a los niños khwe les resulta extremadamente difícil de comprender y lleva a algunos niños a abandonar la escuela. Preocupados por el declive de las capacidades de lectura y escritura entre las comunidades Khwe San de Khwedam, un grupo de seis mujeres jóvenes San de la comunidad se unieron para abogar por la revitalización de la lengua a través de la narración de cuentos. Dirigido por Patricia Dinyando (Khwe San), el colectivo se esuerza por documentar cuentos populares ancestrales en Khwedam y traducirlos al inglés para que otras comunidades pudieran acceder al legado cultural Khwe San.
Dinyando procede del norte de Namibia y es una apasionada defensora de los derechos y la educación de los Indígenas. Mientras estudiaba la licenciatura de Educación en la Universidad de Namibia, comenzó a trabajar activamente en el desarrollo de la comunidad voluntariando para el Centro de Liderazgo de la Mujer. Su objetivo ha sido empoderar a las mujeres San en la participación política y facilitar actividades a un grupo de mujeres jóvenes y niñas San. “Al crecer, vi muy de cerca cómo la falta de educación afectaba a nuestra comunidad. Nuestros ancianos poseían una sabiduría inmensa, pero sin una forma de documentarla y compartirla, este conocimiento invaluable corría el riesgo de desaparecer”, afirma Dinyando.
Patricia Dinyando.
Tradicionalmente, la educación entre los khwe era una experiencia inmersiva entrelazada con la vida cotidiana. Los ancianos eran los guardianes de la sabiduría y compartían historias, canciones y conocimientos prácticos en torno al fuego comunal. Esta tradición oral fomentaba un profundo conocimiento del mundo natural, las estrategias de supervivencia y la complicada red de relaciones dentro de la comunidad. Sin embargo, la época colonial alteró este armonioso sistema. La imposición de la educación occidental, con énfasis en el lenguaje escrito y la escolarización formal, marginó los sistemas de conocimiento Indígenas. Muchas lenguas Indígenas, entre ellas el Khwedam, fueron suprimidas, lo que provocó una pérdida de identidad cultural y una desconexión entre generaciones.
El proyecto Khwe Yicerengu Xi, apoyado por el programa de Becas a Jóvenes Indígenas de Cultural Survival, es la piedra angular de los esfuerzos de Dinyando por revitalizar la cultura Khwe. Para el proyecto, Dinyando recopiló y documentó 10 cuentos populares tradicionales, un acontecimiento importante en la alfabetización Khwedam. Además tiene previsto publicar un libro infantil. Al documentar y traducir los cuentos populares Khwe, Dinyando pretende tender un puente entre los conocimientos tradicionales y la educación moderna. “Con este proyecto no sólo preservamos historias, sino que recuperamos nuestra narrativa”, afirma Dinyando.
La visión de Dinyando va más allá de salvaguardar el patrimonio de su pueblo. Su objetivo es crear un sistema educativo que respete e incorpore las formas de conocimiento Indígenas y empodere a los niños Khwe para aprender y prosperar en su propia lengua, construyendo una base sólida para su identidad y su futuro. Los esfuerzos del colectivo de jóvenes San y el liderazgo de Dinyando son un poderoso testimonio de la importancia del conocimiento Indígena y de la resiliencia de los Pueblos Indígenas. Su compromiso con la educación es un catalizador del cambio, que inspira la esperanza de un futuro en el que la cultura Khwe florezca y los jóvenes tengan la oportunidad de convertirse en líderes de sus propias comunidades. “Creo que la educación debe ser una herramienta de liberación, no de opresión. Nuestros hijos merecen aprender de un modo que honre su patrimonio y los prepare para el futuro”, afirma Dinyando. “Al compartir nuestra cultura con el mundo, esperamos inspirar a otros para que valoren y protejan su propio patrimonio Indígena”.
Foto superior: Patricia Dinyando organiza una reunión comunitaria sobre el cuento popular tradicional kwe en Bwabwata, Namibia.