Los Pueblos Indígenas de Costa Rica mantienen una lucha constante por mantener y recuperar sus territorios, amenazados por los intereses ganaderos y la complicidad del Estado. En Costa Rica, ocho naciones Indígenas que viven en 24 regiones territoriales se enfrentan a una intensa lucha por la recuperación de sus territorios. Desde que se inició el proceso de recuperación de tierras hace más de 12 años por parte del Pueblo Bribri de Salitre, se ha incrementado la violencia y la discriminación e incluso los asesinatos hacia los Pueblos Indígenas, como ocurrió con el líder Bribri de Salitre, Sergio Rojas, en marzo de 2019, y el de Jehry Riveras Rivera, líder Brörán, en febrero de 2020. Rojas era uno de los principales promotores de la recuperación de tierras.
El Frente Nacional de Pueblos Indígenas (FRENAPI), es el único movimiento Indígena autónomo de Costa Rica. Con representación de cinco de los ocho Pueblos Indígenas de Costa Rica, convocan asambleas nacionales dos veces al año. Desde 1994, FRENAPI ha trabajado en la defensa de las tierras Indígenas, los derechos humanos, la legislación Indígena y la agenda Indígena.
Virginia Lezcano Ortiz (Brörán) y Clarita Quiel Torres (Bribri); Miembros de FRENAPI.
En 2019, con el apoyo del fondo Keepers of the Earth, FRENAPI realizó el primer Congreso Nacional Indígena para definir acciones tras los asesinatos de Rojas y Rivera. El Congreso definió una agenda para fortalecer las recuperaciones territoriales, el movimiento de autonomía Indígena y las alianzas estratégicas, reconociendo que en este movimiento "las mujeres lideran con valentía siguiendo la fuerza de sus corazones y las enseñanzas de nuestros Ancianos". Los beneficios son para las comunidades como colectivos debido a la espiritualidad y organización de los Pueblos Indígenas”.
En agosto de 2010, la Ley de Autonomía Indígena llevaba casi 20 años languideciendo en la Asamblea Legislativa. Se acercaba el Día Internacional de los Pueblos Indígenas y muchos miembros del FRENAPI estaban cansados de sentir el constante desprecio del Estado. Acudieron a la oficina de la Asamblea en San José para exigir una respuesta. El 10 de agosto de 2010, tras ser desalojados por la fuerza de la Asamblea Legislativa en plena noche, los miembros del FRENAPI optaron por la acción directa.
Adriana Fernández Zuñiga (Cabécar) and Doris Ríos Ríos (Cabécar); Members of FRENAPI.
Rojas comenzó el proceso de recuperación de tierras en Salitre en 2010 y se convirtió en un líder de los derechos Indígenas. Visitó todos los territorios, haciendo reuniones y concienciando sobre los derechos Indígenas en virtud de la legislación nacional e internacional. El FRENAPI también asumió el liderazgo y se convirtió en aliado de organizaciones, asociaciones y mecanismos nacionales. Rojas ayudó a cada comunidad a crear sus propias organizaciones dedicadas al proceso de recuperación de tierras.
Hasta la fecha, el Pueblo Bribri de Salitre ha recuperado 49 fincas y hasta el 80 por ciento de su territorio ancestral, siendo un ejemplo para otras comunidades como el Pueblo Bribri de Cabarga, el Pueblo Brörán de Térraba, el Pueblo Cabécar de China Kicha y el Pueblo Maleko de Guatuso de Alajuela. Comentando esta experiencia, Clarita Quiel Torres (Bribri) del clan Nima Dikok Dodne y miembro de FRENAPI, dice: "Nosotros comenzamos la recuperación de nuestros territorios en Cabarga. FRENAPI llegó al territorio cuando hicimos la primera recuperación y nos apoyó en todo momento, hablando con las fuerzas de seguridad pública cuando surgía una amenaza. Seguí caminando con ellos, aprendiendo un poco sobre nuestros derechos como Pueblos Indígenas. Hasta ahora hemos recuperado seis áreas en Palmira, y podemos decir que Cabarga ya no es un poblado no Indígena y ahora todo está en manos del Pueblo Bribri. Sergio me orientó sobre leyes a favor de nuestros derechos. Esto es algo muy importante y hemos recibido mucha ayuda de FRENAPI. La lucha de recuperación siempre es difícil”.
Luisa Bejarano Montesuma (Ngäbe), miembro de FRENAPI.
Las tierras que se están recuperando pertenecían históricamente a los Pueblos Indígenas y fueron robadas con todo tipo de engaños. En China Kicha, la lucha ha sido larga y ha pasado por etapas antes de lograr la recuperación territorial. La comunidad China Kicha del Pueblo Cabécar fue reconocida legalmente en 1956, cuando un decreto ejecutivo del gobierno declaró la formación del territorio Indígena con una superficie mayor a 400 hectáreas. Sin embargo, en 1982, el gobierno anuló el decreto, argumentando que la población Cabécar de esa zona se había dispersado y emigrado a otros lugares. En 2001, el gobierno restauró el territorio con una medida de sólo 110 acres. Pero en realidad, eso no significaba que el pueblo Cabécar pudiera recuperar el control de esas tierras. Hoy, tras el proceso de recuperación, han conseguido recuperar alrededor del 70% de su territorio. Las mujeres y los jóvenes han sido los principales promotores de esta causa.
Doris Ríos Ríos (Cabécar), de la comunidad de China Kicha, es defensora de la tierra y miembro de FRENAPI. Fue una de las mujeres que estuvo al frente del proceso de recuperación de su territorio. "No sólo fue un decreto que derogó China Kicha, sino que fue la intención de exterminar a la población Indígena de China Kicha", dice. "Con ese decreto, siempre digo que fue como un homicidio, porque se derogaron muchas cosas en ese momento. Mucha gente emigró del territorio, mucha gente fue despojada de sus tierras, de sus cosas. Imagínense ahora que pasa la derogación y la China Kicha queda totalmente desprotegida de lo que era el territorio Indígena. Eso nos trajo la pérdida de nuestra lengua, de nuestra cultura y de muchas cosas".
Continúa: "En el 2011 empezamos a escuchar sobre el proceso de recuperación de tierras que realizaban los hermanos del Territorio Salitre liderados por Sergio Rojas. Empezamos a ver que había una necesidad de sobrevivir, de existir, porque aquí las cosas eran realmente precarias; es decir, ver a jóvenes que dejaban sus casas porque no había posibilidades, maridos que se iban a buscar trabajo fuera, compañeras que luchaban con sus hijos. Vimos de todo. Empezamos a reunirnos para ver hasta dónde llegaba el territorio de Salitre, y en 2018 recuperamos nuestras tierras."
Adriana Fernández Zuñiga (Cabécar), de 22 años, del clan Kabeil öwak, ha sido una de las jóvenes que ha liderado el proceso de recuperación. "Los jóvenes hemos entendido que la mejor manera de luchar no es el silencio, que hay que alzar la voz para poder conseguir algo. Si no hubiéramos hecho eso, si las primeras personas no hubieran asumido el riesgo de involucrarse en esta recuperación, quizás ya hubiéramos tenido que salir de aquí. Si no se hubiera hecho algo en ese momento, este pueblo de Cabécar habría desaparecido", afirma.
En China Kicha, el 90% de las tierras recuperadas han sido quemadas por personas que se oponen a su lucha. Adriana Fernández Zúñiga (Cabécar) dice que para las mujeres es "aún más complicado, porque somos muchas las que tenemos un hogar, somos madres y además estudiamos. Así que tenemos que renunciar a muchas cosas para centrarnos en la recuperación, ya que sabemos que la recuperación es algo que luego servirá para el bienestar de la gente. Y es difícil porque estamos pensando en la familia, tenemos hijos en casa. Desde el momento en que hay gente que te quiere matar o que te amenaza por el simple hecho de ser Indígena, empiezas a pensar en los niños".
Aunque el Estado denuncia la violencia sufrida por los activistas de la tierra, los ataques no se investigan ni se persiguen. Ante esta ola de violencia, el Estado costarricense es responsable por su complicidad con los agresores y por su falta de acción ante unos hechos que ponen en riesgo la vida de hombres, mujeres y niños del pueblo. "Toda esta violencia y racismo se desintegraría - si aplicaran la ley - El gobierno tiene que devolvernos la tierra para hacer su papel de indemnizar y desalojar legalmente a la gente", dice Ríos Ríos.
Los procesos de recuperación territorial han pasado por etapas de aprendizaje, dolor, alegría y amor, en las que mucha gente sigue luchando y resistiendo. Las semillas que sembró Rojas han brotado en comunidades fuertes, arraigadas y resilientes, como lo expresa Pablo Sivar Sivar (Brörán) de Térraba y miembro del FRENAPI: "La lucha por los derechos Indígenas es por la devolución de nuestras tierras, que saquen a los políticos que están en tierras Indígenas. Como Pueblos Indígenas, tenemos los últimos bosques de este país. Como Pueblos Indígenas, tenemos las aguas que aún quedan".
Foto superior: Miembros de FRENAPI en solidaridad con Sergio Rojas.
Todas las fotos por Nati Garcia.