Los Pueblos Indígenas, nuestros parientes más-que-humanos y los ecosistemas de pastizales han vivido juntos en armonía y florecimiento mutuo durante miles de años. Los pastizales evolucionaron mediante procesos socioecológicos interconectados y sistemas de conocimiento puestos en práctica por los Pueblos Indígenas en relaciones cercanas con la Madre Tierra.
Los Pastizales Centrales de Turtle Island abarcan miles de diversas Naciones Originarias y tres Estados nación. Sostienen a personas, plantas, animales, suelos y cursos de agua, entre muchos otros seres, en una gran sinfonía de vida orquestada colectivamente en la que cada ser, flujo y entidad cumple su papel. Los bisontes, los perros de las praderas y las plantas, entre otros parientes, comparten nuestros pastizales y desempeñan funciones importantes en la espiritualidad y la subsistencia Indígenas. Los Pueblos Indígenas comprendemos nuestros roles en estos ecosistemas a través de nuestras formas de vida, lenguas, culturas y ceremonias, que nos enseñan cómo cuidar de nuestros parientes y de los pastizales que nos sostienen a todas y todos. El académico rarámuri Enrique Salmón nombró esta reciprocidad sagrada “ecología de parentesco” (“kincentric ecology”), siendo un ejemplo de esto las “tres hermanas”: maíz, frijol y calabaza. Los Pueblos Indígenas las hemos sembrado juntas desde tiempos inmemoriales en gran parte de Turtle Island. Los Pueblos Indígenas del sur de Turtle Island domesticaron el maíz a partir del pasto silvestre teosinte y lo compartieron por todo Abya Yala. Cuando se siembran juntas, las hermanas se sostienen, alimentan y protegen entre sí, viviendo en armonía mientras ellas —y las personas que las siembran— crecen y prosperan. Como retribución, los Pueblos Indígenas honramos a las tres hermanas y a otras formas de vida de las que dependemos mediante la oración y la ceremonia, integradas en la siembra, la cosecha, el compartir y los festines.
En los últimos 500 años, la sociedad occidental, al priorizar las ganancias por encima de las personas, ha llevado los pastizales más allá de sus límites. No valoró lo que las comunidades Indígenas entendían sobre las complejas relaciones dentro de estos ecosistemas y las consecuencias de ignorar ese conocimiento. Los colonos occidentales llevaron a cabo un genocidio contra los Pueblos Indígenas mediante la destrucción de los sistemas alimentarios, el despojo de tierras, las violaciones de tratados, la asimilación forzada y el secuestro de niñas y niños. El legado colonial continúa hoy a través del cambio de uso del suelo, incluida la sobreexplotación de nuestra hermana, el maíz; el extractivismo; las represas que inundan territorios originarios; la contaminación ambiental que daña los alimentos; y la opresión institucional que impide transformaciones sociales. El genocidio de los Pueblos Indígenas es un crimen inconcebible, y la expulsión de nuestra sabiduría ecológica y de miles de años de experiencia de la tierra tiene impactos negativos en toda Turtle Island.

Bisonte en el Parque Nacional Grand Teton, Wyoming. Foto de Christian Artuso.
Cuando las comunidades originarias fuimos expulsadas de nuestros territorios, se interrumpieron nuestras relaciones socioecológicas y se deterioró la salud de las comunidades de pastizales. La transformación del territorio sigue alterando los procesos que sostienen los ciclos del agua y del suelo, y el hábitat de la vida silvestre. La agricultura industrial, incluida la sobreexplotación de nuestra hermana, el maíz, contamina el suelo por el uso excesivo de pesticidas y fertilizantes, al tiempo que agota sus nutrientes, lo que amenaza la salud humana y la producción de alimentos. El sobrepastoreo de animales domésticos reduce la cobertura vegetal y compacta el suelo, disminuyendo la infiltración de agua y aumentando el riesgo de erosión, lo que perjudica tanto la salud del agua como la del suelo. La supresión del fuego como elemento de perturbación fomenta la expansión de plantas leñosas que alteran las dinámicas del agua y del suelo. El cambio climático agrava estos impactos en los pastizales, modificando los patrones de temperatura y precipitación. Los esfuerzos de conservación occidentales buscan mitigar los impactos, pero pocos se centran en apoyar a los Pueblos Indígenas, las comunidades y los sistemas de conocimiento que son esenciales para hacer frente a los desafíos globales actuales.
A pesar de las enormes perturbaciones, los pastizales siguen proveyéndonos. Las comunidades Indígenas, con nuestras lenguas, culturas, sistemas alimentarios y espiritualidades arraigadas en la tierra, perseveramos y encarnamos las relaciones socioecológicas necesarias para la salud de los pastizales y de los ecosistemas. Muchas de nuestras y nuestros ancestros escondieron semillas en las costuras de su ropa cuando fueron expulsados por la fuerza de nuestros territorios, llevando consigo plantas medicinales y las semillas de los alimentos del futuro para sus descendientes, con las cuales hoy seguimos en relación. Cuando los gobiernos coloniales prohibieron nuestras tradiciones, nuestras ancestras y ancestros realizaron ceremonias sagradas en secreto, honrando nuestras responsabilidades de vivir en equilibrio y armonía con la Madre Tierra. A pesar de esta violencia incesante, los Pueblos Indígenas de los pastizales hemos seguido compartiendo cultura, lenguas y tradiciones, y trabajando para preservar nuestros modos tradicionales de conocer que siempre han nutrido nuestras praderas.
Los pastizales no pueden sanar sin los Pueblos Indígenas y sus conocimientos, así como las plantas no pueden persistir sin las relaciones intrincadas con el suelo y sus microorganismos. Los Pueblos Indígenas siempre hemos sabido que los seres humanos dependemos de otras formas de vida y de los ecosistemas para nuestra alimentación y supervivencia. A su vez, estos sistemas, seres, flujos y entidades dependen de los seres humanos para crear las condiciones que permitan que la vida florezca. Solo en las últimas décadas la ciencia occidental ha reconocido que las relaciones de parentesco que los Pueblos Indígenas tenemos con la vida silvestre y las plantas son la base de la conservación y la restauración. Investigadoras e investigadores occidentales están empezando a reconocer que las personas y los ecosistemas son inseparables, y a comprender que el mundo funciona mediante procesos interconectados y recíprocos que operan en sistemas socioecológicos, un término occidental que refleja la manera en que los Pueblos Indígenas siempre hemos entendido a la Madre Tierra.

Migración de grullas en las Grandes Llanuras. Foto de Joseph Gazing Wolf.
Al enfrentar el legado del colonialismo, los Pueblos Indígenas estamos impulsando perspectivas que durante mucho tiempo han sido ignoradas, excluidas y apropiadas en la sociedad occidental. Estamos logrando que no solo se nos incluya en la conversación, sino que se reconozca nuestra fuerza para resolver las crisis sociales y ambientales globales.
El Círculo de Parentesco Indígena es una comunidad de práctica transfronteriza para Pueblos Indígenas y personas aliadas, que busca promover el bienestar de nuestras comunidades en todos los Pastizales Centrales de Turtle Island. Nuestro objetivo es fortalecer capacidades, compartir perspectivas, encontrar apoyo, aprender unas y unos de otros, elevar las voces Indígenas, colaborar en proyectos y avanzar en las prioridades y el liderazgo Indígenas en los sectores occidentales de conservación ambiental y ciencia, que en gran medida han excluido a las personas Indígenas. Estas conexiones constituyen la base de las orientaciones que compartimos con la comunidad más amplia de conservación para proteger los pastizales centrales, y a su vez tendemos puentes con la ciencia ambiental y los grupos de conservación occidentales para construir comprensión, respeto e inclusión de las perspectivas Indígenas.
El Círculo de Parentesco Indígena surgió a partir del Central Grasslands Roadmap, un colectivo plurinacional e intersectorial que busca aumentar la conservación de los Pastizales Centrales de Norteamérica, que se extienden a lo largo de 500 millones de acres en territorios Indígenas, Canadá, Estados Unidos y México. Personas Indígenas participantes en la Cumbre inaugural del Central Grasslands Roadmap, en 2020, se unieron con aliadas y aliados para formar el Círculo de Parentesco Indígena. Aunque seguimos vinculadas y vinculados al Central Grasslands Roadmap, nuestro grupo se ha ampliado y funciona de manera independiente, impulsando las diversas prioridades de las comunidades Indígenas en pastizales. Estamos conservando pastizales mientras apoyamos las perspectivas y necesidades Indígenas, elevamos las voces Indígenas y restauramos tierras al cuidado Indígena.
El Círculo de Parentesco Indígena informa y articula a liderazgos y organizaciones Indígenas de pastizales. En los últimos tres años, organizamos visitas con comunidades Indígenas en sus territorios en el sur de Turtle Island (México) para aprender desde sus perspectivas. También realizamos un retiro presencial que reunió a personas Indígenas y aliadas de todo Turtle Island para compartir experiencias, conocimientos y planificar el futuro. Mediante comunicaciones personales y presentaciones, hemos generado conciencia sobre los Pastizales Centrales y sobre el Círculo de Parentesco Indígena, y hemos llevado a cabo una participación equitativa para apoyar a las personas Indígenas que desean sumarse a los encuentros y actividades del Central Grasslands Roadmap. A medida que crecemos, nuestra intención es reavivar conexiones, construir resiliencia y fortalecer nuestro círculo de parentesco transfronterizo entre personas Indígenas y aliadas para promover el bienestar de nuestras comunidades en todos los Pastizales Centrales.
Entre las autoras y los autores del Círculo de Parentesco Indígena se encuentran Aimee Roberson (Choctaw and Chickasaw), Katia Carranza, Cheyenne Ironman (Dakota), Monica Rattling Hawk (Lakota), Donna van de Velde (Cree), Paulette Fox (Plains Cree), Joseph Gazing Wolf (Hunkpapa Lakota), Francisco Muñoz-Arriola (Pirinda) y Jennifer Duberstein. Para obtener más información sobre el Círculo de Parentesco Indígena, visite indigenouskinshipcircle.com.
Foto superior: Un Círculo de Parentesco Indígena reunido en Ghost Ranch, Nuevo México. Foto cortesía del Círculo de Parentesco Indígena.