Eliseo Ramírez (zapoteco), tenía 23 años cuando decidió hacer un esfuerzo concertado para ayudar a revitalizar su cultura zapoteca. Como artista Indígena y líder de una cooperativa que vive en Oaxaca, México, mantiene viva su cultura a través de su empresa, Khadi Oaxaca, un colectivo de más de 450 familias y artesanos locales que tejen complejos diseños y crean hermosas obras de arte, y a través de talleres de tejido, donde el conocimiento cultural se transmite de generación en generación. "El hilado es algo súper bonito y, como joven, me encanta que haya tanta gente joven interesada en él. Por ejemplo, una abuela aprendió hace años, luego le enseñó a su hija, luego la hija le enseñó a la nieta", dice Ramírez. "Toda esta sabiduría se transmite de generación en generación. Me hace sentir que podemos cobijarnos y ayudarnos mutuamente y crear una convivencia de conocimientos en el mundo".
Todos los implicados ponen su corazón y su alma en su trabajo, y el colectivo se esfuerza por garantizar que el arte se haga con materiales naturales de forma sostenible y sin causar daños al medio ambiente. Ramírez dice: "Cultivamos el algodón sin pesticidas ni herbicidas en la costa, aquí en nuestro estado de Oaxaca. También trabajamos con tintes naturales como el índigo, que se obtiene de la comunidad de Santiago Niltepec. Utilizamos la corteza de roble, que es un material muy importante. Usamos el tronco para la leña y quitamos la corteza y la usamos para los tintes". Ramírez pretende ser una "luz en el mundo", intercambiando conocimientos libremente sin envidias ni resentimientos y trabajando en armonía con el mundo natural. "Cuando [hablo] de ser la luz en el mundo, también quiero decir que no contaminamos la tierra, no contaminamos el agua", dice.
El añil y la corteza de roble se utilizan como colorantes. Foto cortesía de Khadi Oaxaca.
El colectivo se ha convertido en una parte integral de la comunidad local, creando puestos de trabajo para que la gente no se vea obligada a emigrar lejos de sus hogares para ganarse la vida. La pandemia ha afectado negativamente a los miembros del colectivo y sus comunidades, amenazando sus medios de subsistencia y estabilidad económica. “La pandemia fue un golpe duro”, dice Ramírez. “Hace un año realmente pensé que nuestro colectivo iba a cerrar para siempre porque nuestras ventas en los meses de abril y mayo cayeron en cero”. Pero con la ayuda de algunos amigos y el poder de las redes sociales, el colectivo ha logrado mantenerse a flote durante tiempos de incertidumbre y las ventas están comenzando a incrementar de manera constante otra vez.
Estas ventas son vitales para el colectivo no solo desde un punto de vista financiero, sino que también porque representan la apreciación que un público extenso tiene por el arte.” Realmente me da una sensación de satisfacción y logro”, dice Ramírez. “Me emociona porque nos lleva muchas horas hacer un producto, y al final alguien lo aprecia. Me llena de alegría. Sinceramente, me llena de felicidad y también me motiva para seguir adelante con este proyecto". Ramírez se inspira en su familia y en el apoyo del público a su trabajo, y se siente motivado por la sabiduría de sus antepasados y el interés que muestran sus hijos en el proceso artístico. "Khadi lo es todo para mí", dice. "Ayudar a la gente es lo mejor y es lo que más me gusta hacer. No quiero fama ni riqueza para mí, quiero compartir cualquier logro con todas las personas que están involucradas".
Los Bazares de Cultural Survival son celebraciones anuales de las artes, la música y las culturas Indígenas de todo el mundo. Todos los Bazares presenciales de Cultural Survival de 2022 siguen aplazados debido a la pandemia. Nos hemos perdido los Bazares presenciales y pronto anunciaremos las fechas para la temporada de Bazar en julio de 2023. Esperamos reunirnos pronto, con seguridad, y en celebración del arte Indígena. Hasta entonces, por favor apoyen y compren directamente a nuestros artistas del Bazar visitando nuestro directorio de artistas en bazaar.cs.org.
Foto superior: Eliseo Ramírez con tejido teñido al natural. Cortesía de Khadi Oaxaca.
