Angélica Ayala (Nahua)
Durante el período del ex presidente Felipe Calderón Hinojosa y el gobernador Graco Ramírez Abreu se aprobó en 2012, el proyecto carretero de la ampliación de la autopista La Pera-Cuautla, impulsado por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT). La obra consistía en ampliar la carretera a cuatro carriles a lo largo de más de 20 kilómetros de longitud, en un área natural protegida por decretos presidenciales; a saber, la comprendida entre el “Parque Nacional El Tepozteco” y “Corredor Biológico Ajusco Chichinautzin”.
Durante los años subsecuentes, de 2012 a 2021, las autoridades estatales y federales han avanzado con la obra sin respetar dichos decretos y sin el consentimiento de la comunidad, generando graves afectaciones en la zona. A la par, desde la aprobación del proyecto se han emprendido diversas acciones por parte de la comunidad de Tepoztlán para mostrar su rechazo y argumentar jurídica y socialmente por qué este no es viable.
A partir del primero de septiembre de 2012, el pueblo de Tepoztlán se movilizó en la ciudad de Cuernavaca, Morelos para denunciar el arranque de las obras de la ampliación de la autopista La Pera-Cuautla, obra impulsada por el ex presidente de la república Felipe Calderón Hinojosa.
Una de las principales áreas afectadas por la ampliación de la autopista ha sido Tlaxomolco que se encuentra a las faldas del cerro conocido como Yohualtepetl, Vigilante Nocturno o el Enano.
Parte de los Pórticos de la época Epiclásica (700-900 d.C.) ubicados en la zona arqueológica Tlaxomolco, son de los más afectados por encontrarse a un costado del tramo de la ampliación carretera.
La comunidad organizada de Tepoztlán está integrada por mujeres, hombres, juventudes e infancias que se oponen a la destrucción de los bienes comunes como: la zona arqueológica Tlaxomolco, los cerros Yohualtepetl y Cematzin.
Dentro de las acciones que realizan las juventudes de Tepoztlán para informar de la problemática, han elaborado murales informativos en los que han plasmado aspectos que consideran importantes como: el idioma, personajes históricos y actores involucrados en el conflicto actual.
Además de resistir con arte, se han movilizado para informar a la población sobre el proyecto y exigir a las autoridades comunales que se señale en las asambleas las afectaciones ambientales, culturales, económicas y sociales que trae consigo el proyecto.
Como parte de la resistencia el 10 de marzo del 2013 se instaló el campamento “El Caudillo del Sur”, ubicado en el kilómetro 16 de los límites del área comunal. La instalación se mantuvo hasta el 23 julio del mismo año cuando granaderos golpearon a la población para que las máquinas de la empresa Tradeco ingresaran de manera ilegal.
Una de las movilizaciones se llevó a cabo en el centro de Tepoztlán. Las personas llevaban lonas, pancartas para denunciar las agresiones y evidenciar que las máquinas habían entrado de manera ilegal al territorio. Las autoridades municipales hicieron caso omiso.
Las máquinas se instalaron en la comunidad en agosto de 2013, pero las comuneras y comuneros interpusieron un amparo que se ganó y mantuvo detenidas las obras durante tres años, hasta que en el 2017, la Suprema Corte de Justicia de la Nación señaló que la obra era viable, sin tomar en cuenta las diversas afectaciones.
Como parte de la instalación del proyecto, el 19 de mayo del 2017, la empresa Angular y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) comenzaron con la tala de más de 3000 árboles endémicos, afectando alrededor de 20 kilómetros de camino.
La comunidad presentó distintas denuncias ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), por la tala ilegal. La población cerró la entrada al pueblo con los troncos y ramas de los árboles talados. Las mujeres, infantes, juventudes y población en general corrieron a los taladores que aún se encontraban en la zona.
Como parte de los resultados de la lucha se logró que el director general de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) presentará la modificación del tramo carretero, en el que se señala que se debe disminuir la superficie de ampliación del kilómetro 10+700 al 11+005 para evitar la remoción del árbol el Amate Amarillo, uno de los principales símbolos de la resistencia.
Doña Celina es originaria de Tepoztlán e integrante del Mando Único de Doñas. Ella señala “estoy aquí luchando con los compañeros y compañeras por el pueblo tepozteco porque el gobierno se quiere apropiar de todo, nosotros amamos a nuestro pueblo y hemos de luchar hasta lo último”.
Las mujeres de Tepoztlán han sido uno de los principales motores de la resistencia. En la imagen se les mira conviviendo después de una manifestación en la autopista La Pera-Cuautla. Cabe destacar que hasta antes de la pandemia por Covid-19 fueron quienes mantuvieron las asambleas informativas los viernes en el zócalo de Tepoztlán.
A nueve años de la aprobación del proyecto “Ampliación de la autopista La Pera-Cuautla”, la comunidad de Tepoztlán, Morelos, México sigue resistiendo aún cuando las obras han avanzado. Entre sus grandes triunfos se encuentran el conservar la zona arqueológica y el Amate Amarillo. Es una lucha digna y comprometida con la conservación del territorio, sus costumbres y tradiciones. A lo largo de estos años se han sumado a otros movimientos opositores a los megaproyectos como el Plan Integral Morelos que pretende echar a andar una termoeléctrica y un gasoducto. Se ha solidarizado con otros pueblos como Atenco y Xochicuautla en el Estado de México y ha caminado acompañando al Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). La comunidad de Tepoztlán es un espacio de dignidad y de resistencia contra las injusticias, un espacio lleno de memoria histórica guardada entre cerros. Tepoztlán es un pueblo que no se marchita aunque respira un mar de injusticias. ¡Tepoztlán se ama, se cuida y se defiende!
Foto superior: Además de protestar por la construcción de la carretera, la gente también ha exigido respeto por las costumbres de Tepoztlán.
--Angélica Ayala (Nahua) es una activista en la defensa de la tierra y territorio en Tepoztlán, Morelos, México. Ella participó en el proyecto: “Capacitando mujeres Indígenas para la defensa de sus derechos humanos”, una serie de talleres sobre comunicación y derechos humanos realizados entre marzo y junio de 2021 por Cultural Survival y el Alumni Engagement Innovation Fund. Los temas de las capacitaciones incluyeron sanación, información y documentación de los derechos humanos individuales y colectivos. Se utilizaron diferentes medios para documentar y comunicar las violaciones de derechos humanos, incluyendo la escritura, la fotografía, el video, la radio y las redes sociales. Este foto ensayo es el resultado del proyecto final de entrenamiento de Ayala.