Por Guadalupe Pastrana (Nahua, Equipo de CS)
La Tribu Yaqui es una nación Indígena conformada por ocho pueblos —ubicados en el estado de Sonora, en México— que comparten un mismo territorio, lengua y cultura. Además, tienen en común una larga historia de lucha y resistencia, primero en contra del gobierno colonial y posteriormente en contra del Estado Mexicano, quienes encabezaron intentos de despojo y de exterminio.
Hoy la Tribu Yaqui sigue luchando para asegurar la continuidad de la vida de sus generaciones presentes y futuras. El saqueo de sus recursos y el acoso a sus integrantes no se detienen, por el contrario, los pueblos Yaquis viven una nueva ola de violencia que les ha dejado desaparecidos, encarcelados y algunos de sus líderes han sido asesinados.
En Cultural Survival platicamos recientemente con Mario Luna Romero, vocero y secretario segundo del pueblo de Vícam, además es coordinador de la radio comunitaria Namakasia. Mario Luna, líder Yaqui, nos dejó claro que para la Tribu “el mandato es cuidar el territorio, conservarlo junto a todo lo que en él convive y coexiste, es decir, la fauna y la flora, lo que se ve y lo que no se ve”.
Un pasado que se repite
A finales del siglo XIX la Tribu Yaqui se enfrentó a uno de los intentos de exterminio más intensos. Con Porfirio Díaz al mando, el Estado mexicano emitió una convocatoria abierta para “colonizar” los valles del yaqui y del mayo, y basado en la Ley Lerdo desconoció los títulos que amparaban la posesión de los Yaquis sobre sus territorios.
Ante este llamado para invadir territorios que desde tiempos ancestrales pertenecieron a la Tribu, los yaquis tomaron las armas en 1882 y durante varios años se enfrentaron a las tropas federales que pretendían exterminarlos; sin embargo, la persecución los fue debilitando: cientos de niños, niñas, hombres y mujeres Yaquis fueron apresados y enviados a trabajar como esclavos en haciendas de henequén al sureste de México. De esto dio cuenta el periodista estadounidense John Kenneth Turner en México bárbaro.
En los últimos meses, dicho intento de genocidio contra la Tribu Yaqui ha vuelto a tomar relevancia: el 28 de septiembre del 2021 el gobierno de México realizó —en Vícam, Sonora— un acto de “Petición de perdón al pueblo Yaqui” en el marco del llamado “Plan de Justicia para el Pueblo Yaqui”, que de acuerdo con comunicados oficiales busca “resarcir las injusticias cometidas contra este pueblo”, entre ellas la persecución encabezada por el gobierno de Porfirio Díaz.
Mario Luna Romero y otros integrantes de la Tribu se mantienen críticos al “Plan de Justicia para el Pueblo Yaqui”. Ellos comentan que el gobierno mexicano actual habla de resarcir daños del pasado, pero se olvida acabar con el despojo y la violencia que se vive en el presente: “Ofrecen disculpas por acciones contra nuestro pueblo, pero sólo se limitan a una temporalidad a modo para ellos. Hablan del porfiriato, de la conquista, pero no hablan del México posrevolucionario, o del México moderno, o del actual, en el cual se siguen repitiendo las mismas barbaridades que se estaban cometiendo en aquellos tiempos”, dijo Luna Romero a Cultural Survival.
Y es que hay que recordar que otra de las problemáticas que enfrenta la Tribu Yaqui es una nueva ola de violencia en su contra. En mayo del 2021 fue asesinado Tomás Rojo Valencia, líder Yaqui; en junio fue asesinado Luis Urbano y en julio fueron secuestrados diez integrantes de la Tribu cuando salían del pueblo de Loma de Bácum. Además, Fidencio Aldama, preso político Yaqui, está encarcelado desde hace cinco años y es acusado de homicidio. Por su parte, Luna Romero estuvo preso durante un año sin haber cometido ningún delito y a la fecha no ha recibido un justo resarcimiento.
“Muertes tan sonadas como la de Tomás Rojo se invisibilizaron totalmente. ¿Cómo van a darle justicia a las mamás, a los papás, a las esposas de los desaparecidos? Ni siquiera se mencionan, no existen para ellos, a eso no se le da justicia. Entonces es muy difícil creer en una iniciativa de ese tipo cuando evidentemente dejas lo más fuerte por fuera”, comentó Luna Romero en relación con el acto de “Petición de perdón al pueblo Yaqui”, realizado en Vícam.
El “Plan de Justicia para el Pueblo Yaqui” del gobierno mexicano contempla, además de la ya mencionada petición de perdón, dar atención a reivindicaciones históricas de la Tribu “sobre la tierra y el territorio, el agua y medio ambiente”. Es sabido que una de las luchas más importantes de los yaquis es por la defensa de su río, el río yaqui, cuyas aguas están siendo saqueadas y llevadas a la ciudad de Hermosillo, Sonora, a través del Acueducto Independencia, responsable del desabastecimiento de agua en los ocho pueblos que conforman la Tribu.
“No están resarciendo los daños actuales. No detuvieron el saqueo del agua que se está dando a través del Acueducto Independencia”, comentó en entrevista Mario Luna Romero y agregó que pese a la existencia, desde el año 2013, de una sentencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que ordena detener las operaciones del Acueducto, éste sigue funcionando de manera normal hasta el día de hoy.
La solución propuesta por el gobierno mexicano para resolver el problema de escasez de agua que enfrenta la Tribu Yaqui es la creación de un nuevo distrito de riego, el Distrito 18, que de acuerdo con declaraciones oficiales “será transferido al pueblo Yaqui para su administración, uso y disfrute colectivo”. Sobre este tema, Luna Romero mencionó que “hablarle a la Tribu de que se le va a dar más agua es generar una expectativa muy grande, sabiendo que disponibilidad de agua no hay. Ellos dicen que darán a la Tribu casi 700 millones de metros cúbicos de agua al año y todos aplauden porque claro que queremos más agua, pero vuelves a la realidad y dices: ‘¿el agua de dónde?’. El problema es que ellos han admitido usuarios del río a discreción y han concedido concesiones que rebasan la capacidad del río”.
El territorio es el corazón
Cuando preguntamos a Mario Luna cómo ha logrado sobrevivir la Tribu Yaqui pese a los múltiples intentos de exterminio, cómo han conservado su lengua, su identidad y sus propias formas organizativas y de gobierno, responde sin dudar que ha sido posible porque la Tribu tiene el mandato de preservar su territorio para seguir existiendo, y agrega que por eso han “emprendido la defensa del territorio en diferentes coyunturas, defensas que han implicado la pérdida de vidas, derramamiento de sangre, de lágrimas por hombres y mujeres”.
La conservación del territorio es una responsabilidad que asumen todos los integrantes de la Tribu, es un mandato que se ha ido transmitiendo de generación en generación y que recae con mayor fuerza en las autoridades tradicionales: “Al momento en que los mayores, las autoridades tradicionales toman el mando, el cargo que se les encomienda, también se les da la facultad de hablar por los que no tienen voz. ¿Quiénes no tienen voz? Los animalitos, las plantas, la sierra, el río, el mar, y por ellos es que estamos trabajando como autoridades, pensando siempre en ese mandamiento que nos están otorgando”, platicó Luna Romero a Cultural Survival.
Para la Tribu Yaqui, la conservación del territorio —con todo lo que en él coexiste— es el centro de su lucha, preservar la tierra, el agua, la flora y la fauna es asegurar la continuidad de la vida. “El yaqui reconoce e identifica que el territorio es el corazón de todo esto, sin territorio difícilmente puedes desarrollar tu lengua, difícilmente puedes tener autosuficiencia alimentaria, tampoco puedes darle una garantía a tus hijos de que tienes un espacio donde vivir, y obviamente en este territorio es donde tenemos nuestras deidades, nuestras creencias, nuestros lugares de comunicación con lo que no se ve”, concluyó Luna Romero, vocero y secretario segundo del pueblo de Vícam, coordinador Namakasia Radio y quien sigue exigiendo un justo y verdadero resarcimiento para esta nación Indígena.
