Soy un artesano del Valle de Cachemira, situado en el norte de la India. Está ubicado en su mayor parte en las montañas del Himalaya. El Valle de Cachemira es famoso por su hermoso paisaje montañoso, lagos, ríos y jardines. Pertenezco a Cachemira y el arte de Cachemira está en mi sangre. Históricamente, Cachemira se dio a conocer a nivel mundial cuando sus mantones de cachemir fueron exportados a otras regiones y naciones.
Antes del siglo XIV, la economía de Cachemira se centraba únicamente en la agricultura, hasta que Mir Syed Ali Hamadani viajó de Persia a Cachemira y jugo un papel importante en la difusión y la enseñanza de diferentes artes y artesanías a la población de Cachemira. Con el paso del tiempo, la industria artesanal se extendió por todo el valle. Hay fuentes que consideran que Ladakh es la patria de las cabras con lana de diverso tipo; entre ellas, la más popular es la cabra de lana Pashmina. Hamadani fundó y comenzó esta industria en el valle.
Pashmina significa lana en persa, y se considera entre las fibras más suaves del mundo. Cachemira y pashmina son dos nombres de la misma tela. Para hacer un solo chal se necesita pasar por muchos procesos con muchas familias. Hay familias que están involucradas en la cría de cabras Pashmina, la recolección de fibras y la hilatura, el tejido, el teñido, el estampado del diseño, el bordado a mano y el lavado. Hay diversos tipos de bordados como el cosido, el ganchillo, y el de kani. El bordado del mantón toma desde meses a años para terminar una sola pieza, dependiendo de la complejidad del diseño y del artesano. Hay una especie de bordado que llamamos durukha (reversible), que hace que un chal se puede utilizar por ambos lados. Esto está considerado como el mejor producto de los artesanos.
Los artesanos llevan chale junto con ellos cuando viajan. Este es el único arte de Cachemira que se puede hacer en cualquier lugar, en cualquier rincón de la casa. El hilado de cachemira sólo es hecho por mujeres, mientras que el bordado a mano puede ser hecho por hombres y mujeres. El resto del proceso de fabricación del chal es hecho por los hombres.
Afra Cachemira es la marca de nuestro trabajo y toda nuestra familia está involucrada, junto con cientos de otras familias asociadas con nosotros. Cuando recibimos pedidos al por mayor, podemos distribuir la comisión entre los artesanos de toda la región, incluso de áreas remotas. Nuestro objetivo es llegar al máximo número de artesanos a través del valle. Estamos muy contentos de poder decir que Afra Cachemira tiene artesanos maestros que están haciendo bordados intrincados en chales con diseños y colores muy hermosos. Tenemos maestros artesanos asociados con nosotros que son capaces de completar los requisitos de los pedidos personalizados.
Aunque tenemos mucho éxito, todavía nos enfrentamos a muchos retos como la escasa publicidad y marketing, la falta de conciencia entre los compradores, las tiendas en línea que venden productos de imitación falsificados y hechos a máquina, y los eventos / exposiciones en todo el mundo de productos artesanales con el nombre de Cachemira que no son auténticos. Además, hay falta de seguridad social para los artesanos y sus familias, no hay una buena política de salud para los artesanos, y no hay aplicación de las leyes salariales en el país.
Los artesanos creemos que, si tenemos un canal adecuado para vender nuestros productos y educar a los compradores, este arte durará mucho tiempo y podremos seguir ofreciendo los mejores productos de lujo al mundo. Creemos que, si vendemos directamente a los compradores, podemos educarlos también. Creemos que los compradores deben tener un conocimiento adecuado del producto para que puedan comprar un producto genuino y, esto desalentará las imitaciones. Estamos dando lo mejor de nosotros para conseguir los canales apropiados para la comercialización y venta mediante nuestros propios esfuerzos y, seguramente conseguiremos que esta industria salga adelante.