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“Déjennos ser escuchados”: La juventud Indígena habla sobre la justicia climática


Durante la crisis climática y la pandemia del COVID-19, la juventud Indígena está defendiendo sus identidades y tierras. Roxana Borda Mamani, una activista Quechua de Perú; Jorge Andrés Forero-Gonzáles, un activista Muisca de Colombia; y Darien Andres Castro Recalde, un activista ecuatoriano que trabaja junto a comunidades Indígenas, hablaron al Comité de Servicio Unitario Universalista sobre sus perspectivas de lo que significa la justicia climática para la juventud Indígena. Ellos son miembros de la Coalición Juvenil de Pérdidas y Daños, una red internacional de activistas jóvenes comprometidos a liderar las acciones para mitigar las pérdidas y daños por el cambio climático.


¿Qué se siente ser joven Indígena hoy en día?

Roxana Borda Mamani: Ser una joven Indígena no es un privilegio. Durante la pandemia hemos sido olvidados. No somos la prioridad del gobierno, cuando debería ser importante para ellos proteger a los Pueblos Indígenas de su nación. Por si fuera poco, durante la pandemia, se han aprovechado de la tala ilegal y extracción de madera mientras asesinan a los defensores ambientales. Sin embargo, como jóvenes Indígenas, lideraremos y lucharemos en defensa de nuestras tierras y nuestra identidad. De esa manera, somos un aliado estratégico en la lucha contra el cambio climático. 

 

Darien Andres Castro Recalde: Los futuros líderes jóvenes de las comunidades Indígenas representan un segmento de la población que siempre está marginado por todo un sistema económico y político, aun cuando nosotros contribuimos al desarrollo del país. Pero la juventud se hará cargo y defenderemos nuestras tierras y comunidades.

 

Jorge Andrés Forero-González: Soy hijo y nieto de un campesino y mis ancestros son Muisca del territorio de Boyaca en Colombia. Ser un joven Indígena significa aprender de nuestras tradiciones y naturaleza, así como la manera de proteger a la Madre Tierra. Es una responsabilidad de nuestra gente hacerlo y proteger a todas las especies en este hermoso planeta. Esto significa prepararnos para luchar contra el sistema capitalista y los valores destructivos de los sistemas económico, político y social.


¿Cómo afecta el cambio climático a su comunidad?

 

Roxana Borda Mamani: Hace diez años, mi comunidad usaba solamente la lluvia para regar nuestros cultivos de maíz. Ahora, debido al cambio climático, debemos recurrir a la irrigación. La temperatura está aumentando y los ciclos de la lluvia están siendo afectados. La lluvia se ha vuelto más esporádica, algunas temporadas de invierno es muy poca —si es que llueve—; y otras veces son tan fuertes que las plantas no lo pueden soportar y mueren. En esas situaciones, la comunidad no produce maíz, el cual es un alimento básico en nuestra dieta. Las enfermedades y plagas se han vuelto más frecuentes. La naturaleza esporádica de nuestros cultivos es una de las razones por las cuales tenemos que emigrar.

El año pasado, por primera vez hubo heladas que mataron las plántulas de papa y maíz en la tierra que las familias cultivaban para su alimento y subsistencia. Estos daños están afectando más a los pequeños agricultores, gente que no tiene acceso a la  información; así que no atribuyen estos cambios al cambio climático sino solo a un estado del tiempo anormal. Si en las áreas rurales no se producen alimentos básicos, las ciudades también se ven afectadas por el incremento en los precios.

 

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Foto: Roxana Borda Mamani (Quechua) en FESC-4 UNAM, México, recolectando muestras de campo de cultivos agrícolas: maíz, girasol y frijol que presentan signos fitopatológicos. Foto de Marcos Espadas Reséndiz.

 

El cambio climático está afectando a las zonas, comunidades rurales y Pueblos Indígenas más vulnerables. Cuando no hay viento, pero hay sequías prolongadas, los niveles de agua en los ríos descienden, lo que hace difícil la obtención de peces para los pescadores. Acá en donde vivo, no tenemos acceso a servicios básicos como energía eléctrica. Puedo acceder a internet ahora, solamente porque se hizo un esfuerzo para instalar un panel solar e internet satelital. 

Recolectamos el agua de lluvia en cubetas y la cuidamos como algo preciado porque es lo que tenemos. Hay un río, pero está muy contaminado. No se está haciendo nada para protegerlo. Ellos saben que es explotado, saben que están talando árboles, saben que están usando químicos, pero no están haciendo nada al respecto. Existen leyes para proteger la tierra, pero no se cumplen. Ahora, donde vivo, están talando parte del Amazonas y también están usando químicos para el crecimiento de los cultivos.


Darien Andres Castro Recalde: En Ecuador, uno de los efectos del cambio climático es la falta de acceso a servicios básicos para ciertas poblaciones, lo cual está empeorando por la extracción de recursos como la minería y la industria petrolera. Un claro ejemplo es la degradación de los recursos de agua potable. Estos ecosistemas captan y proveen de agua para consumo humano no solo a los pueblos, sino que también a grandes ciudades como Quito. 

Hemos observado alarmantes incrementos de temperatura en los páramos. Ha habido una drástica disminución de la cobertura de nieve en los últimos 20 años. Los Andes nos dicen que el cambio climático nos está afectando ahora. Las cuencas hidrográficas también son afectadas por la construcción de minas en las montañas. Se ven afectadas por la contaminación de la agricultura industrial, la minería, incluso la contaminación por metales pesados. Esto afecta la soberanía alimentaria de la gente que depende de la agricultura para vivir. En Ecuador, nuestra Constitución garantiza el bienestar y la protección del medio ambiente, pero no se cumple.


Jorge Andrés Forero-González: El cambio climático no es el problema, es quien lo genera. La responsabilidad recae especialmente sobre los gobiernos, corporaciones y los valores capitalistas de destrucción y egoísmo. Estos valores vinieron al mundo con la revolución industrial y colonización de los poderes europeos; hoy en día viene de los Estados Unidos, China y los países occidentales de Europa. En Colombia y el Sur global, la deforestación es especialmente peligrosa en ecosistemas únicos como el Amazonas. Pero esta misma destrucción es enfrentada por comunidades en países como los Estados Unidos, Canadá y Australia. El cambio climático es el resultado del capitalismo y, con el capitalismo, todos estamos perdiendo.


¿Qué ofrece la juventud Indígena al mundo para abordar la pérdida, daño y el desplazamiento forzado por el clima?

 

Roxana Borda Mamani: Para educar, debemos desaprender. Obtenemos conocimiento de nuestras abuelas y abuelos. La juventud considera esto como conocimiento invaluable y como una herramienta para el presente y el futuro. Los jóvenes también son líderes comunitarios que pueden enseñarles a los otros cómo trabajar la tierra, controlar enfermedades y ofrecer diferentes maneras de tratar a los enfermos. Con respecto al uso medicinal de las plantas, ¿quién las conoce mejor que las comunidades Indígenas, que nuestros abuelos o nuestras ancestras? Para enfrentar la crisis climática, debemos enfocarnos en soluciones para la naturaleza y el medio ambiente. Pero el desarrollo está eliminando las soluciones. No sabemos cómo escuchar a la naturaleza y usar sus soluciones porque no estamos escuchando el consejo de los Pueblos Indígenas, especialmente de los ancianos, quienes han vivido aquí por miles de años. Ellos pueden contribuir con su conocimiento, su manera de trabajar, de cuidar y proteger a nuestro planeta. La gente necesita tener la voluntad de escuchar y dejarnos ser escuchados.


Jorge Andrés Forero-González: Nosotros ofrecemos esperanza y salud. Ofrecemos experiencia vivida de cómo vivir sin valores y restricciones capitalistas. Nuestros principios son diferentes: buen vivir, vivir bien, summa kawsay (proteger y aprender de la naturaleza a disfrutar la vida). Estamos listos, con energía joven para luchar con amor y paz, y tomar acciones colectivas en contra del capitalismo y las fuerzas de desarrollo del Norte que quieren destruir el planeta. 


¿Cuál es su mensaje a los lectores?

Darien Andres Castro Recalde: Cualquier iniciativa, no importa cuán pequeña sea, puede generar impactos a corto y largo plazo. No necesitas tener muchos recursos, solo necesitas tener la iniciativa, y, sobre todo, necesitar tener el poder de alzar la voz cuando tienes algo que decir. 

 

Roxana Borda Mamani: Nosotros, los jóvenes, somos una gran parte de la población, y con nuestras fortalezas podemos lograr cualquier cosa. La crisis climática es una crisis ambiental. No importa qué idioma uses: el cambio climático afecta todo. Debemos permanecer unidos y conseguir que la juventud se una a la causa. Podemos ser esa luz que ilumina a otros y los ayuda a encender su propia luz, y podemos contribuir a reducir los efectos del cambio climático.

 

Jorge Andrés Forero-González: El mensaje no es mío, es del planeta Tierra: el cambio climático, y también el COVID-19, nos están diciendo que es tiempo de terminar la era del capitalismo y el petróleo. Podemos vivir sin destruir la naturaleza. Antes del capitalismo nuestras comunidades tenían sus propios problemas, pero nunca se había destruido tanto el planeta como en los últimos 200 años. Es tiempo de cambiar y debemos hacerlo rápido.


¿Cuál es el mensaje clave que les gustaría que el mundo supiera antes de la 26.ª Conferencia de las Partes (COP26)?

 

Darien Andres Castro Recalde: Necesitamos representación y participación activa de los líderes políticos de cada país. No podemos continuar ignorando a los grupos vulnerables. Se necesita más acceso a la educación y al desarrollo tecnológico de los territorios Indígenas. Se necesita que haya apoyo a los derechos humanos en los grandes debates que se están dando sobre proyectos de extractivismo que no solo violan los derechos humanos, sino también la soberanía alimentaria y otros derechos de los ciudadanos.

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Roxana Borda Mamani: No se trata solo de que escuchen o que solo presten atención y apoyo, sino que también que les den espacio a aquellos que más lo necesitan. Las propuestas y sugerencias de las comunidades no han sido escuchadas. La solución está en la naturaleza, en el Amazonas, en el ambiente. Y aquellos que saben manejar ese conocimiento, aquellos que tienen acceso a él, son las comunidades que pueden compartir estas soluciones. Podemos lograr lo que sea que queramos en tanto haya unidad y perseverancia. La escasez de agua, la violencia de la guerra, la extracción de los recursos naturales, la energía renovable…éstas son batallas que la siguiente generación tendrá que enfrentar. Y los que estamos aquí ahora tenemos que construir ese puente para que las generaciones futuras puedan seguir creciendo a partir de los pequeños logros que estamos alcanzando.

 

Jorge Andrés Forero-González: Si esta no es la última COP, perderemos la guerra contra los poderes capitalistas. Es tiempo de aprender de la “gente pobre” del mundo que no tiene dinero, pero tiene todo el conocimiento para proteger al planeta. 

 


Este artículo fue posible con el apoyo editorial de Domenica Jamarillo, Sadie DeCoste, Kervelle Baird, Meghan Finn y Sallote Soqo.

 

Foto Superior: Intag Cloud Forest, Natural Reserve of Intag, Imbabura Ecuador. Foto de Darien Castro.
 

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