Muchas lenguas Indígenas no tienen un amplio canon de literatura escrita y, por ello, se las denomina erróneamente "lenguas orales". Sin embargo, cada cultura Indígena tiene su propia forma de literatura y medios de transmisión de conocimientos a través de su lengua. En cuanto a la forma escrita, la mayoría de las lenguas Indígenas han tenido una —a menudo con un sistema no alfabético—, que fue erradicada por la colonización. En las últimas décadas, muchos Pueblos Indígenas han retomado su tradición escrita, ya sea recuperando sus antiguos sistemas de escritura o adaptándose al alfabeto de la lengua colonial que domina en su región.
Para los Pueblos Indígenas modernos, disponer de un corpus literario escrito en nuestra lengua Indígena se ha convertido en un eje central en el proceso de fortalecer nuestras lenguas y defender nuestro derecho a transmitirlas a las generaciones futuras. Uno de los esfuerzos más recientes para apoyar el aumento de las obras escritas en lenguas Indígenas es StoryWeaver, una plataforma de código abierto de la editorial sin ánimo de lucro Pratham Books. Dirigida a las lenguas sub-representadas, StoryWeaver ofrece una plataforma en línea y gratuita, donde los usuarios de cualquier parte del mundo pueden leer, crear y traducir historias para el compendio de literatura escrita en sus idiomas.
Página de inicio de StoryWeavers
Purvi Shah y Amna Singh son directora senior y gerente senior, respectivamente, de la plataforma StoryWeaver. Shah cuenta que StoryWeaver nació del deseo de poner un libro en las manos de cada niño. "La mayoría de los libros infantiles que había entonces eran muy caros y estaban fuera del alcance de los niños que estudiaban en las bibliotecas públicas. Por eso creamos Pratham Books, para que los libros de cuentos fueran asequibles", explica Shah.
Pratham Books se fundó en 2004 en la India, un país donde se hablan más de 370 lenguas, por lo que era un gran reto alcanzar semejante objetivo. Luego de publicar libros asequibles y de alta calidad en diferentes idiomas por casi una década, se inició una importante conversación entre el equipo: ¿qué haría falta para verdaderamente poner un libro en las manos de cada niño, en cada idioma? Con el tiempo, los editores supieron de las licencias Creative Commons. "Estábamos haciendo cositas aquí y allá para ver qué pasaría si liberáramos los libros de las cadenas de los derechos de autor. ¿Qué podría hacer eso por nuestros lectores? ¿Qué significaría para el acceso? ¿Qué significaría para el niño? ¿Y qué significaría para la comunidad que trabaja con el niño?", recuerda Shah.
La respuesta del público fue prometedora. "Hubo gente que encontró algunos de nuestros libros publicados en una plataforma de código abierto llamada Scribd y se encargó de traducirlos y volver a subirlos a la plataforma. Esto nos demostró que había una comunidad dispuesta a apoyarnos si queríamos hacer realidad el sueño de que todos los niños tuvieran un libro en sus manos", afirma Shah. Ahora, en la plataforma de código abierto, un equipo editorial trabaja con autores, ilustradores y traductores autónomos para hacer realidad estos libros de alta calidad. El contenido es "inherentemente diverso, porque trabajamos con ilustradores y autores de todo el país. Así que sus estilos de diseño y sus propias identidades étnicas se reflejan en esos libros. Ese contenido nos llega en uno o cinco idiomas, y luego se amplifica en la plataforma", dice Singh.
Hay varias formas de participar en StoryWeaver. Un usuario puede leer un libro en línea o guardarlo para leerlo más tarde sin conexión y sin perder la experiencia de pasar página. Un profesor puede descargar una versión en PDF para imprimirla y compartirla en el aula. Las personas pueden traducir una historia para obtener un nuevo libro reutilizando el diseño y las imágenes originales, con o sin conexión. Los autores pueden crear historias y subir imágenes originales para uso gratuito bajo las licencias Creative Commons, de manera que otros puedan leerlas, traducirlas o reutilizarlas. Las licencias Creative Commons abren un amplio abanico de posibilidades para padres, autores, educadores, traductores, estudiantes, ilustradores y programas de alfabetización.
Las personas que trabajan con lenguas Indígenas han encontrado en StoryWeaver una fuente invaluable de soluciones e ideas, y han creado nuevas formas de aprovechar la plataforma. Shah habla con entusiasmo de una visita al pueblo triqui de Oaxaca (México), con el que StoryWeaver se asoció a través del proyecto Endless Oaxaca Multilingüe de la Fundación Alfredo Harp Helú. Los triquis "fueron más allá", dice Shah, "tomaron todos los recursos de la plataforma —una imagen, un texto, un libro— y crearon todo un programa de alfabetización en torno a ese libro. Hasta que los visitamos y lo vimos en el aula, no teníamos ni idea de que los profesores utilizaban todos los recursos de la plataforma de forma tan creativa. No hay una, dos o tres maneras de utilizar StoryWeaver. Es lo que tú haces de ella".
Otras editoriales de fuera de la India, sobre todo BookDash, African Storybook Project y Sub-Saharan Publishers, han añadido a StoryWeaver algunos de sus libros más vendidos, que ahora se han traducido a lenguas Indígenas de India. La comunidad hablante de Gondi, en India, también ha obtenido libros en su lengua a través de Story Weaver. "Nunca habían visto su propia identidad reflejada en un libro de cuentos. Fue un momento de orgullo", dice Singh. Los hablantes de la lengua toto, en peligro crítico de extinción en la India, utilizaron la plataforma como repositorio para archivar su sabiduría y su lengua, que se reduce a los últimos 200 hablantes.
Ejemplos de libros publicados en varios idiomas
La atención cercana que StoryWeaver presta a la experiencia del usuario ha ayudado a la plataforma a crecer y llegar a más gente. Con interés en los profesores, el equipo diseñó una estantería virtual para guardar libros de cuentos y tenerlos a mano para el aula. También habilitaron la traducción en dispositivos móviles. "Muchos de nuestros colaboradores [traductores] no tenían acceso a ordenadores portátiles, así que lo creamos [para ellos]", explica Shah. StoryWeaver también dispone de diccionarios a nivel de frase para algunas lenguas Indígenas e incluso herramientas de entrada que convierten caracteres latinos a otros alfabetos. "Digitalizar una lengua o disponer de una herramienta de entrada es probablemente el primer paso para que la lengua sea sostenible en el mundo digital", afirma Singh. Actualmente, 225 (el 64%) de las 350 lenguas de la plataforma StoryWeaver son Indígenas.
Dada la naturaleza abierta de la plataforma, el equipo ha puesto a disposición de los usuarios una herramienta para marcar una historia con una bandera roja si encuentran algo inapropiado en ella o en las imágenes. Los lectores también pueden puntuar las historias para mostrar el mejor contenido. "Queremos asegurarnos de que entran, tienen una buena experiencia leyendo y traduciendo la historia, y luego puedan llevársela al niño", dice Singh. "Tenemos representación en más de 300 idiomas, pero necesitamos más colaboraciones en torno a la traducción de alta calidad, más cuentos locales de distintas zonas geográficas y comunidades, y una mejor representación de todo ello en la plataforma. Necesitamos financiación filantrópica. Esa es siempre la necesidad. Hacen falta más colaboraciones para que haya traducciones de alta calidad de literatura infantil", afirma Shah.