El Mecanismo de Expertos de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (EMRIP en sus siglas en inglés), que ha sumado dos expertos regionales indígenas, conmemoró un decenio de existencia y se reunió a mediados de julio en Ginebra, Suiza. Un espíritu de apoyo por parte de la EMRIP fue evidente con los Pueblos Indígenas, dispuestos a participar en toda la medida posible en el 10 º aniversario de la EMRIP y de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.
Ahora, un nuevo mandato, permite sugerir estudios temáticos, basados únicamente en la decisión de la EMRIP; anima a los miembros de la EMRIP a visitar dos Estados anualmente; coordina una agenda anual con actores globales adicionales para promover y proteger los derechos de los Pueblos Indígenas a través de la facilitación del diálogo; y proporciona acceso directo al Consejo de Derechos Humanos de la ONU. La EMRIP ahora puede plantear cuestiones, obtener respuestas y dar a conocer ampliamente sus conclusiones, mientras que anteriormente su tarea principal era preparar un estudio anual sobre un tema elegido por el Consejo de Derechos Humanos.
Además, la EMRIP ahora tiene el mandato de solicitar información de las partes pertinentes y tiene tanto autoridad como fondos para realizar visitas a los países. Puede proporcionar asesoramiento técnico sobre la legislación y las políticas nacionales relacionadas con los Pueblos Indígenas y puede informar al Consejo cuando sea necesario. Mientras la presidencia de la EMRIP continúa bajo el liderazgo de Albert Barume, representante de África, la brecha de género ha desaparecido, cuatro de los siete miembros son mujeres defensoras de los derechos humanos. El Ártico y el Pacífico se unieron a las cinco regiones tradicionales del EMRIP, siguiendo el modelo del Foro Permanente de las Naciones Unidas sobre Cuestiones Indígenas.
En la reciente décima sesión, los principales retos a los que se enfrentaban las Comunidades Indígenas eran el modelo de desarrollo agresivo, la intrusión empresarial y el cambio climático. Señalando la importancia del nuevo mandato, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad Al Hussein, abrió la sesión con un proverbio Cree: "Sólo cuando el último árbol haya muerto, el último río haya sido envenenado, y el último pez haya sido capturado, nos daremos cuenta de que no podemos comer el dinero". Hussein reconoció la contribución de los Pueblos Indígenas para afrontar los desafíos actuales, afirmando: "Estamos alcanzando los límites de la capacidad del planeta para sufrir daños. Los Pueblos Indígenas tienen un conocimiento profundo que haríamos bien en atender. Debemos salvaguardar la sabiduría”.
La EMRIP organizó una agenda ambiciosa para ofrecer asistencia y asesoramiento para poder alcanzar los fines de la Declaración. El martes por la mañana, tomando en cuenta el párrafo 11, en el que se insta a la cooperación con las instituciones nacionales de derechos humanos, se celebró un diálogo interactivo sobre el tema 5 del programa, en el que participaron representantes de Nepal y México. La EMRIP también acogió a representantes regionales de derechos humanos de las Américas y África para compartir casos importantes en las comisiones y tribunales. Un desafío central es el papel de las corporaciones que niegan el Consentimiento Libre, Previo e Informado y, persiguen beneficios a expensas de los Pueblos Indígenas y del planeta.
Las conversaciones continuaron con un número récord, hasta ahora, de acciones paralelas. En una de ellas, sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y los Impactos de las Industrias Extractivas en las Américas y en África, Victoria Tauli-Corpuz, Relatora Especial de las Naciones Unidas para los Derechos de los Pueblos Indígenas, señaló: "Espero el día en que la ONU pueda crear un instrumento para hacer frente a las obligaciones extraterritoriales de las empresas, para respetar, proteger y remediar. Todavía hay un largo camino por recorrer”. Barume estuvo de acuerdo: "Este es un problema global. Necesitará una solución global”.
En otro acto paralelo, los Pueblos Indígenas aseguraron garantizar y ampliar el espacio en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, dando seguimiento a importantes resoluciones relacionadas con el cambio climático y los derechos humanos, en compañía del Presidente entrante de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Pueblos Indígenas en primera línea de lucha, sobre la crisis climática de Oceanía y Asia, se reunieron con el embajador de Fiji para prepararse para la COP23 en Bonn, Alemania. La EMRIP también siguió desempeñando su papel con respecto a la participación de los Pueblos Indígenas en los sistemas de las Naciones Unidas, ofreciendo oportunidades para una conversación global sobre las últimas negociaciones. Los Pueblos Indígenas acordaron una declaración que describe la posición actual de determinados países, que no cumplen con el acuerdo de la Conferencia Mundial sobre Pueblos Indígenas. En la sesión de clausura, la primera propuesta de adopción se relacionó con la participación de los Pueblos Indígenas en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU pidiendo mayores esfuerzos para facilitar su participación.
La Cuestión 6 del Orden del Día se centró en los diez Años de Implementación de la UNDRIP (por sus siglas en inglés): Buenas Prácticas y Lecciones Aprendidas, y la EMRIP invitó a la Presidencia del Foro Permanente de las Naciones Unidas sobre Cuestiones Indígenas y a Tauli-Corpuz a compartir sugerencias. La posición de la EMRIP en Ginebra, también se utilizó para llegar a importantes instituciones internacionales de derechos humanos de los principales órganos creados en virtud de los Tratados. El Comité de Derechos Humanos de la ONU, centrado en los derechos civiles y políticos y el Comité de la ONU para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, compartieron los recientes progresos relacionados con los derechos humanos de los Pueblos Indígenas. Asimismo, compartieron la jurisprudencia relativa a casos individuales revisados a través del Protocolo Facultativo de cada uno, junto con los exámenes nacionales de los informes periódicos de los Estados, sobre sus obligaciones en materia de derechos humanos. Este es un ejemplo de la ampliación de funciones de la EMRIP para facilitar el diálogo, de cara a garantizar las libertades fundamentales de los Pueblos Indígenas.
La semana concluyó con la adopción por la EMRIP de propuestas para presentar en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Más allá de la participación de los Pueblos Indígenas, como se esboza en la Declaración, la EMRIP se enfocó en la protección de los defensores de los derechos humanos indígenas, a la luz del aumento de la violencia y las graves violaciones contra ellos. La EMRIP también se centró en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, instando a los Estados a apoyar el monitoreo en la comunidad y, citando la importancia de recoger los datos para medir las metas globales. Se instó a las naciones a presentar planes de acción para lograr la Declaración, incluidas las recomendaciones de los órganos de tratados. La EMRIP también tomó nota del proceso de Revisión Periódica Universal, pidiendo que la Declaración se incluyera explícitamente en las listas de normas para futuros períodos de sesiones. Finalmente, se compartieron ideas de cara al año 2019, Año de las Lenguas Indígenas en colaboración con la UNESCO, y se solicitaron contribuciones para el Fondo Voluntario de las Naciones Unidas para los Pueblos Indígenas.
Uno de los cambios más importantes para la EMRIP, son las visitas a los diferentes países. Las visitas tienen como objetivo facilitar el diálogo y ayudar en la implementación de la Declaración. La EMRIP tiene como objetivo avanzar en el reconocimiento de derechos y alcanzar los fines de la Declaración, incluyendo a los Estado, a través de visitas a los países. La capacidad de la EMRIP para avanzar en la adopción de los artículos de la Declaración, será parte de la visita a los países, y además de ello se establecerán sesiones de trabajo anuales y se crearán directrices para que los gobiernos garanticen el logro de la Declaración a través de todos los instrumentos a su disposición.
El objetivo principal del nuevo mandato es mejorar la participación para los Pueblos Indígenas, en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, así como fomentar el consorcio entre los encargados de formular políticas a nivel estatal. El principal desafío para la EMRIP desde que adquirió sus nuevas responsabilidades, fue resumido por Hussein en su discurso de apertura: "¿Cómo podemos unir lo que decimos en salas como ésta con la rutina diaria que los Pueblos Indígenas se ven obligados a vivir?". La EMRIP tiene como objetivo llevar a cabo esta tarea a través del análisis, asesoramiento, asistencia, actividades, sensibilización y defensa de los derechos. Aspira a construir un puente de confianza entre las comunidades indígenas, las instituciones de los países y los círculos empresariales, utilizando las técnicas completas descritas en la Res. 33/25 para unir a todos los actores para darse cuenta de los derechos Indígenas, a medida que desarrolla su papel como conductor de coloquios y campañas.
-Joshua Cooper es profesor en la Universidad de Hawái en el Centro Manoa de Estudios de las Islas del Pacífico y director de la Red Internacional para la Diplomacia y la Gobernanza Indígena en la Organización de la No-violencia para la Comprensión y la Autodeterminación (INDIGENA).