Hay muchos lugares en el mundo donde los pueblos indígenas no tienen acceso a las necesidades y servicios básicos. En tales contextos, incluso la ayuda más pequeña puede marcar una gran diferencia para la vida de los miembros de la comunidad. Tal fue el caso de la aldea Itaparana, en el estado de Amazonas, Brasil, durante los primeros meses de la pandemia de COVID-19, cuando una subvención del Fondo Guardianes de la Tierra apoyó los esfuerzos de Colectivo Mura para construir una casa comunitaria que garantizara la protección básica de un hogar seguro para miembros de la comunidad.
La situación en la aldea ya era difícil antes de la pandemia, pues se habían enfrentado a amenazas de empresas mineras y a invasiones de tierras por parte de forasteros. Muchos mura fueron criminalizados y algunos incluso perdieron sus casas, que fueron destruidas. Para empeorar las cosas, una epidemia de malaria se había extendido por la aldea en 2019. Cuando comenzó la pandemia, tenían miedo de enfermarse debido a su proximidad a una carretera principal. Los habitantes de Itaparana expresaron que se sentían "cada vez más amenazados"; algunos incluso se vieron obligados a huir.
Para paliar esos problemas, el Colectivo Mura decidió realizar un proyecto con el que soñaban desde hacía mucho: construir sus hogares lejos de la carretera. "Nuestro sueño es construir un pueblo lejos de la carretera para que nos sintamos más seguros", afirman en su informe a Cultural Survival. Decidieron comenzar con una casa comunitaria que, aunque habitada por una familia, es para uso de toda la comunidad.
La casa fue construida utilizando recursos naturales de sus bosques y con la subvención KOEF se compraron algunos materiales de construcción. Lo más importante es que el resultado se logró mediante trabajo colectivo. La casa es ahora el hogar de una familia que antes vivía con otras dos familias y que siempre había soñado con tener su propio espacio.
Apoyada por el Fondo Guardianes de la Tierra de Cultural Survival, esta construcción en la comunidad es un primer paso para la nueva aldea Mura en una situación más segura, lejos de la carretera, en un lugar que reduce el contacto con personas externas que pueden causar contagio de coronavirus.
Guardianes de la Tierra (Keepers of the Earth, KOEF) es un fondo liderado por Indígenas y diseñado para apoyar proyectos de defensa y desarrollo comunitario en los Pueblos Indígenas. Desde 2017, ha apoyado 119 proyectos en 31 países, con un total de $533,299. KOEF proporciona pequeñas subvenciones a comunidades, organizaciones y gobiernos tradicionales de base Indígena para apoyar sus proyectos de desarrollo autodeterminado con base en sus valores Indígenas. Con fundamento en la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los Pueblos Indígenas, Cultural Survival utiliza un enfoque basado en los derechos para las estrategias de concesión de subvenciones, en apoyo a las soluciones Indígenas de base, a través de la distribución equitativa de recursos a las comunidades Indígenas.
